Jansky noventa años después: Los orígenes de una nueva ventana al universo

Nota: Este artículo es un trabajo colaborativo de Ken Kellermann, Ellen Bouton, Heather Cole y Jeff Hellerman.

Antes de 1933, todo lo que sabíamos sobre el universo provenía de observaciones realizadas a en la pequeña región óptica del espectro electromagnético. Todo eso cambió en gran parte gracias a Karl Jansky.

Jansky no se propuso desarrollar un nuevo campo de la astronomía. Mientras trabajaba para AT&T Bell Laboratories, se le asignó la tarea de comprender cuál era la fuente de la  interferencia en las comunicaciones telefónicas transatlánticas. Utilizando un arreglo giratorio en 21 MHz, durante un período de tres años, Jansky rastreó meticulosamente el origen de este ruido hasta el centro de la Vía Láctea.

La mayoría de los registros y notas de Karl Jansky en Bell Labs se perdieron o fueron destruidos. Uno de los pocos registros que quedan de sus observaciones es esta serie de escaneos realizados el 16 de septiembre de 1932, que publicó en la revista “Proceedings of the Institute of Radio Engineers”, vol. 21, 1387 (1933). Los picos en los trazados de su grabadora muestran el aumento del ruido cuando el haz de su antena pasó por la Vía Láctea tres veces por hora.

Aún cuando las anotaciones de Jansky se perdieron, la correspondencia que mantenía regularmente con sus padres nos permite seguir al detalle cómo finalmente logró llegar a la fuente del débil ruido.

Registro de las primeras observaciones de Jansky. Crédito: Karl Jansky

 

El 18 de enero de 1932, Karl Jansky escribió:

“Lo peculiar de esta estática es que la dirección desde la que viene cambia gradualmente [sic] y lo que es más interesante siempre proviene de una dirección que es la misma o casi la misma dirección a la cual se encuentra el Sol desde la antena”

Pero para marzo, Jansky estaba confundido, durante enero y febrero, la dirección del ruido se había movido gradualmente hasta que ya no coincidía con el Sol. 

Distraído por sus otras responsabilidades en el laboratorio, pasó casi un año antes de que Jansky pudiera volver a su “ruido estelar”. El 15 de febrero de 1933 escribió a su padre lo siguiente: 

“Mis registros muestran que el tipo de silbido estático mencionado en mi artículo anterior no proviene del Sol como sugerí en ese artículo, sino de una dirección fija en el espacio. La evidencia que tengo ahora es muy concluyente y, creo, muy sorprendente”.

El 27 de abril de 1933, Jansky hizo una breve presentación de 12 minutos en la reunión del Comité Nacional de EE. UU. para la Unión Internacional para la Ciencia en Radio (URSI). El jefe de Jansky en Bell Labs, Harald Friis, presionó a Jansky para que no hiciera una afirmación extraordinaria, por lo que el artículo tenía el título inocuo, “Una nota sobre el ruido atmosférico tipo silbido”, la que, según escribió a su padre, «no significaba nada para nadie». La semana siguiente, la edición del 5 de mayo de 1933 de The New York Times llevaba el titular “Ondas de radio desde el centro de la Galaxia”.

Fuera de su trabajo, Jansky era un atleta entusiasta y se destacó en muchos deportes y pasatiempos. Actuó como ala derecha en el equipo de hockey sobre hielo Badgers de la Universidad de Wisconsin. Tuvo el promedio de bateo más alto como receptor en el equipo de softball Bell Labs y fue el campeón de tenis de mesa de Nueva Jersey usando una raqueta casera. Disfrutaba del golf, el tenis, los bolos, la vela y el esquí, y era un jugador competitivo de bridge y un apasionado observador de aves.

El descubrimiento de Karl Jansky de la emisión de radio cósmica en 1933 sentó las bases para los muchos descubrimientos posteriores en la radioastronomía que han cambiado nuestra comprensión del universo y sus componentes. Estos descubrimientos incluyen radiogalaxias, cuásares, púlsares, el fondo cósmico de microondas, lentes gravitacionales, moléculas interestelares, másers cósmicos, materia oscura, planetas extrasolares y la primera evidencia observacional de radiación gravitacional y evolución cósmica.

Después de la publicación de su descubrimiento de la emisión de radio cósmica, Jansky solo tuvo una oportunidad limitada de continuar con esta investigación, ya que su tiempo fue ocupado cada vez más por otras prioridades de Bell Labs. En 1949, Jansky fue nominado para el Premio Nobel de Física, pero esto fue antes de que la importancia de su trabajo fuera ampliamente apreciada. Sin embargo, su legado ha sido reconocido de muchas maneras.

En 1973, la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés) resolvió que se adoptara el nombre ‘Jansky’, abreviado ‘Jy’ como unidad de densidad de flujo en radioastronomía y que esta unidad, igual a 10-26 Wm-2Hz-1, se incorporara al sistema internacional de unidades físicas. Aunque originalmente tenía la intención de definir sólo la unidad de densidad de flujo en radio, Jansky (Jy) se ha convertido en la unidad de facto para las mediciones en todo el espectro electromagnético.

Las conferencias anuales Karl Jansky fueron establecidas por los fideicomisarios de AUI y NRAO para reconocer las contribuciones sobresalientes al avance de la radioastronomía.

Para obtener más información sobre Karl Jansky y la historia de la radioastronomía, consulte los archivos de NRAO/AUI: https://www.nrao.edu/archives/ (en inglés).

Nota original en el sitio de NRAO en inglés. 

Replica of the antenna used by Karl G. Jansky
Réplica de la antena construida por Karl G. Jansky en el Observatorio de Green Bank. Crédito: NRAO/AUI/NSF

 

Primera imagen directa de un agujero negro expulsando un potente chorro

Por primera vez, un equipo de astrónomos y astrónomas ha observado, en la misma imagen, la sombra del agujero negro del centro de la galaxia Messier 87 (M87) y el potente chorro expulsado. Las observaciones se realizaron en 2018 con telescopios del Global Millimeter VLBI Array (GMVA), el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Telescopio de Groenlandia (GLT). Gracias a esta nueva imagen, la comunidad astronómica puede comprender mejor cómo los agujeros negros lanzan chorros tan energéticos.

“Anteriormente habíamos visto tanto el agujero negro como el chorro en imágenes separadas, pero ahora hemos tomado una fotografía panorámica del agujero negro junto con su chorro en una nueva longitud de onda”, dice Ru-Sen Lu, del Observatorio Astronómico de Shanghai y líder de un Grupo de Investigación Max Planck en la Academia de Ciencias de China. Se cree que el material circundante cae en el agujero negro en un proceso conocido como acreción. Pero nadie lo ha fotografiado directamente. «El anillo que hemos observado antes aparece más grande y más grueso a una longitud de onda de observación de 3,5 mm. Esto muestra que el material que cae en el agujero negro produce una emisión adicional que ahora se aprecia en la nueva imagen. Esto nos da una visión más completa de los procesos físicos que actúan cerca del agujero negro”, agregó.

La participación de ALMA y GLT en las observaciones de GMVA y el aumento resultante en la resolución y sensibilidad de esta red intercontinental de telescopios ha hecho posible obtener imágenes de la estructura en forma de anillo en M87 por primera vez en la longitud de onda de 3,5 mm. El diámetro del anillo medido por el GMVA es de 64 microarcosegundos, que corresponde al tamaño de un pequeño anillo de luz para selfies (13 cm) visto por un astronauta en la Luna mirando hacia la Tierra. Este diámetro es un 50 por ciento más grande que lo que se vio en las observaciones del Event Horizon Telescope a 1,3 mm, de acuerdo con las expectativas de emisión de plasma relativista en esta región.

«Con las capacidades de generación de imágenes muy mejoradas al agregar ALMA y GLT en las observaciones de GMVA, hemos obtenido una nueva perspectiva. De hecho, vemos el chorro de tres crestas que conocíamos de las observaciones anteriores de VLBI», dice Thomas Krichbaum del Instituto Max Planck para Radio Astronomía (MPIfR) en Bonn.»Pero ahora podemos ver cómo el chorro emerge del anillo de emisión alrededor del agujero negro supermasivo central y podemos medir el diámetro del anillo también en otra longitud de onda (más larga)».

«ALMA ha demostrado una vez más ser un actor clave en las observaciones de mm-VLBI. Su tamaño y ubicación geográfica se han unido a las estaciones de GMVA en todo el mundo para brindar por primera vez una visión del chorro y el flujo de acreción en M87 en una sola imagen” explica Hugo Messias, líder de observaciones VLBI en ALMA y coautor en este estudio. “Esto tiene tremendas implicaciones para nuestro conocimiento, ya que la información obtenida es más que una imagen, también nos permite inferir a qué velocidad está creciendo el agujero negro y de dónde proviene el chorro, sin embargo, es necesario observar otros casos y estudiarlos para obtener conclusiones estadísticamente representativas sobre agujeros negros y chorros, de ahí la necesidad de las observaciones VLBI anuales a las que se suma ALMA”.

La luz de M87 es producida por la interacción entre electrones altamente energéticos y campos magnéticos, un fenómeno llamado radiación de sincrotrón. Las nuevas observaciones, a una longitud de onda de 3,5 mm, revelan más detalles sobre la ubicación y la energía de estos electrones. También nos dicen algo sobre la naturaleza del propio agujero negro: no tiene mucha hambre. Consume materia a un ritmo bajo, convirtiendo solo una pequeña fracción en radiación. Keiichi Asada de la Academia Sínica, Instituto de Astronomía y Astrofísica, explica: «Para comprender el origen físico del anillo más grande y más grueso, tuvimos que usar simulaciones por computadora para probar diferentes escenarios. Como resultado, concluimos que la mayor extensión del anillo está asociado con el flujo de acreción”.

Kazuhiro Hada, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, agrega: «También encontramos algo sorprendente en nuestros datos: la radiación de la región interna cercana al agujero negro es más amplia de lo que esperábamos. Esto podría significar que hay algo más que gas cayendo. También podría haber un viento soplando, causando turbulencia y caos alrededor del agujero negro”.

La búsqueda para aprender más sobre M87 no ha terminado, ya que más observaciones y una flota de poderosos telescopios continúan descubriendo sus secretos. «Las observaciones futuras en longitudes de onda milimétricas estudiarán la evolución temporal del agujero negro M87 y proporcionarán una vista policromática del agujero negro con imágenes de múltiples colores en luz de radio», dice Jongho Park del Instituto de Ciencias Espaciales y Astronomía de Corea.

ALMA participa en una nueva campaña de observación VLBI del 12 de abril al 10 de mayo de 2023 para estudiar más a fondo M87 y otras fuentes.

Información adicional

Este trabajo de investigación se ha presentado en el artículo científico «A ring-like accretion structure in M87 connecting its black hole and jet», publicado en la revista Nature (doi: 10.1038/s41586-023-05843-w).

El equipo está formado por: Ru-Sen Lu (Observatorio Astronómico de Shanghai, República Popular China [Shanghai]; Laboratorio Key de Radioastronomía, República Popular China [KLoRA]; Instituto Max-Planck de Radioastronomía, Alemania [MPIfR]); Keiichi Asada (Instituto de Astronomía y Astrofísica, Academia Sinica, Taiwan, ROC [IoAaA]); Thomas P. Krichbaum (MPIfR); Jongho Park (IoAaA; Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea, República de Corea [KAaSSI]); Fumie Tazaki (Departamento de Desarrollo de Tecnologías de Simulación, Tokyo Electron Technology Solutions Ltd., Japón; Observatorio VLBI Mizusawa, Observatorio Astronómico Nacional de Japón, Japón [Mizusawa]); Hung-Yi Pu (Departamento de Física, Universidad Normal Nacional de Taiwán, Taiwán, ROC; IoAaA; Centro de Astronomía y Gravitación, Universidad Normal Nacional de Taiwán, Taiwán, ROC); Masanori Nakamura (Instituto Nacional de Tecnología, Hachinohe College, Japón; IoAaA); Andrei Lobanov (MPIfR); Kazuhiro Hada (Mizusawa; Departamento de Ciencias Astronómicas, The Graduate University for Advanced Studies, Japón); Kazunori Akiyama (Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, EE.UU.; Observatorio Haystack del Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE.UU. [Haystack]; Observatorio Astronómico Nacional de Japón, Japón [NAOoJ]); Jae-Young Kim (Departamento de Astronomía y Ciencias Atmosféricas, Universidad Nacional de Kyungpook, República de Korea; KAaSSI; MPIfR); Iván Martí-Vidal (Departamento de Astronomía y Astrofísica, Universidad de Valencia, España; Observatorio Astronómico, Universidad de Valencia, España); José L. Gómez (Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, España [IAA]); Tomohisa Kawashima (Instituto para la Investigación en Rayos Cósmicos, The University of Tokyo, Japón); Feng Yuan (Shanghai; Laboratorio Key para la Investigación en Galacias y Cosmología, Academia de Ciencias de China, República Popular China; Escuela de Astronomía y Ciencias Espaciales, Universidad de la Academia de Ciencias China, República Popular China [SoAaSS]); Eduardo Ros (MPIfR); Walter Alef (MPIfR); Silke Britzen (MPIfR); Michael Bremer (Instituto de Radioastronomía Milimétrica, Francia [IRAMF]); Avery E. Broderick (Departamento de Física y Astronomía, Universidad de Waterloo, Canadá [Waterloo]; Centro de Astrofísica de Waterloo, Universidad de Waterloo, Canadá; Instituto Perimeter de Física Teórica, Canadá); Akihiro Doi (Instituto de Ciencias Espaciales y Aeronáutica, Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa, Japón; Departamento de Ciencias Espaciales y Astronáutica, SOKENDAI, Japón [SOKENDAI]); Gabriele Giovannini (Departamento de Física y Astronomía, Universidad de Bolonia, Italia; Instituto de Radio Astronomía, INAF, Bolonia, Italia, [INAF]); Marcello Giroletti (INAF); Paul T. P. Ho (IoAaA); Mareki Honma (Mizusawa; Hachinohe; Departamento de Astronomía, La Universidad de Tokio, Japón); David H. Hughes (Instituto Nacional de Astrofísica, México); Makoto Inoue (IoAaA); Wu Jiang (Shanghai); Motoki Kino (NAOoJ; Universidad Kogakuin de Tecnología e Ingeniería, Japón); Shoko Koyama (Universidad de Niigata, Japón; IoAaA); Michael Lindqvist (Departamento de Espacio, Tierra y Medio Ambiente, Universidad Chalmers de Tecnología, Suecia [Chalmers]); Jun Liu (MPIfR); Alan P. Marscher (Instituto para la Investigación en Astrofísica, Universidad de Boston, EE.UU.); Satoki Matsushita (IoAaA); Hiroshi Nagai (NAOoJ; SOKENDAI); Helge Rottmann (MPIfR); Tuomas Savolainen (Departamento de Electrónica y Nanoingeniería, Universidad de Aalto, Finlandia; Radio Observatorio de Metsähovi, Finlandia [Metsähovi]; MPIfR); Karl-Friedrich Schuster (IRAMF); Zhi-Qiang Shen (Shanghai; KLoRA); Pablo de Vicente (Observatorio de Yebes, Spain [Yebes]); R. Craig Walker (Observatorio Nacional de Radioastronomía, Socorro, EE.UU.); Hai Yang (Shanghai; SoAaSS); J. Anton Zensus (MPIfR); Juan Carlos Algaba (Departamento de Física, Universidad Malaya, Malasia); Alexander Allardi (Universidad de Vermont, EE.UU.); Uwe Bach (MPIfR); Ryan Berthold (Observatorio de Asia del Este, EE.UU. [EAO]); Dan Bintley (EAO); Do-Young Byun (KAaSSI; Universidad de Ciencia y Tecnología, Daejeon, República de Corea); Carolina Casadio (Instituto de Astrofísica, Heraklion, Grecia; Departamento de Física, Universidad de Creta, Grecia); Shu-Hao Chang (IoAaA); Chih-Cheng Chang (Instituto Nacional Chung-Shan de Ciencia y Tecnología, Taiwán, ROC [Chung-Shan]); Song-Chu Chang (Chung-Shan); Chung-Chen Chen (IoAaA); Ming-Tang Chen (Instituto de Astronomía y Astrofísica, Academia Sinica, EE.UU. [IAAAS]); Ryan Chilson (IAAAS); Tim C. Chuter (EAO); John Conway (Chalmers); Geoffrey B. Crew (Haystack); Jessica T. Dempsey (EAO; Astron, Países Bajos [Astron]); Sven Dornbusch (MPIfR); Aaron Faber (Universidad del Oeste, Canadá); Per Friberg (EAO); Javier González García (Yebes); Miguel Gómez Garrido (Yebes); Chih-Chiang Han (IoAaA); Kuo-Chang Han (Centro de Desarrollo de Sistemas, Instituto Nacional Chung-Shan de Ciencia y Tecnología, Taiwán, ROC); Yutaka Hasegawa (universidad Metropolitana de Osaka, Japón [Osaka]); Rubén Herrero-Illana (Observatorio Europeo Austral, Chile); Yau-De Huang (IoAaA); Chih-Wei L. Huang (IoAaA); Violette Impellizzeri (Observatorio de Leiden, Países Bajos; Observatorio Nacional de Radioastronomía, Charlottesville, EE.UU. [NRAOC]); Homin Jiang (IoAaA); Hao Jinchi (División de Investigación en sistemas Electrónicos, Instituto Nacional Chung-Shan de Ciencia y Tecnología, Taiwán, ROC); Taehyun Jung (KAaSSI); Juha Kallunki (Metsähovi); Petri Kirves (Metsähovi); Kimihiro Kimura (Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa, Japón); Jun Yi Koay (IoAaA); Patrick M. Koch (IoAaA); Carsten Kramer (IRAMF); Alex Kraus (MPIfR); Derek Kubo (IAAAS); Cheng-Yu Kuo (Universidad Nacional Sun Yat-Sen, Taiwán, ROC); Chao-Te Li (IoAaA); Lupin Chun-Che Lin (Departamento de Física, Universidad Nacional Cheng Kung, Taiwán, ROC); Ching-Tang Liu (IoAaA); Kuan-Yu Liu (IoAaA); Wen-Ping Lo (Departamento de Física, Universidad Nacional de Taiwán, Taiwán, ROC; IoAaA); Li-Ming Lu (Chung-Shan); Nicholas MacDonald (MPIfR); Pierre Martin-Cocher (IoAaA); Hugo Messias (Observatorio Conjunto ALMA, Chile; Osaka); Zheng Meyer-Zhao (Astron; IoAaA); Anthony Minter (Observatorio Green Bank, EE.UU.); Dhanya G. Nair (Departamento de Astronomía, Universidad de Concepción, Chile); Hiroaki Nishioka (IoAaA); Timothy J. Norton (Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian, EE.UU. [CfA]); George Nystrom (IAAAS); Hideo Ogawa (Osaka); Peter Oshiro (IAAAS); Nimesh A. Patel (CfA); Ue-Li Pen (IoAaA); Yurii Pidopryhora (MPIfR; Instituto de Astronomía Argelander, Universidad de Bonn, Alemania); Nicolas Pradel (IoAaA); Philippe A. Raffin (IAAAS); Ramprasad Rao (CfA); Ignacio Ruiz (Instituto de Radioastronomía Milimétrica, Granada, España [IRAMS]); Salvador Sánchez (IRAMS); Paul Shaw (IoAaA); William Snow (IAAAS); T. K. Sridharan (NRAOC; CfA); Ranjani Srinivasan (CfA; IoAaA); Belén Tercero (Yebes); Pablo Torne (IRAMS); Thalia Traianou (IAA; MPIfR); Jan Wagner (MPIfR); Craig Walther (EAO); Ta-Shun Wei (IoAaA); Jun Yang (Chalmers); Chen-Yu Yu (IoAaA).

Esta investigación ha hecho uso de datos obtenidos con el Global Millimeter VLBI Array (GMVA), que consiste en telescopios operados por el Instituto Max-Planck de Radioastronomía (MPIfR), el Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM), el Observatorio Espacial de Onsala (OSO), el Radio Observatorio de Metsähovi (MRO), Yebes, la Red VLBI coreana (KVN), el Green Bank Telescope (GBT) y el Very Long Baseline Array (VLBA).

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (NSTC), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).

La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Observatorio Conjunto ALMA (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.

La modernización, reconstrucción y funcionamiento del Telescopio de Groenlandia (GLT) están dirigidos por el Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sinica (ASIAA) y el Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO).

Imágenes

Esta imagen muestra el chorro y la sombra del agujero negro del centro de la galaxia M87 juntos por primera vez. Las observaciones se obtuvieron con telescopios del Global Millimetre VLBI Array (GMVA), el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), del cual ESO es socio, y el Telescopio de Groenlandia. Esta imagen da a los científicos el contexto necesario para entender cómo se forma el potente chorro. Las nuevas observaciones también revelaron que el anillo del agujero negro, destacado en el recuadro, es un 50% más grande que el anillo observado en longitudes de onda de radio más cortas por el Event Horizon Telescope (EHT). Esto sugiere que en la nueva imagen vemos más del material que está cayendo hacia el agujero negro de lo que podríamos ver con el EHT. Crédito: R.-S. Lu (SHAO), E. Ros (MPIfR), S. Dagnello (NRAO/AUI/NSF)
Esta imagen muestra el chorro y la sombra del agujero negro del centro de la galaxia M87 juntos por primera vez. Las observaciones se obtuvieron con telescopios del Global Millimeter VLBI Array (GMVA), el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Telescopio de Groenlandia. Esta imagen da a los científicos el contexto necesario para entender cómo se forma el potente chorro. Las nuevas observaciones también revelaron que el anillo del agujero negro, destacado en el recuadro, es un 50% más grande que el anillo observado en longitudes de onda de radio más cortas por el Event Horizon Telescope (EHT). Esto sugiere que en la nueva imagen vemos más del material que está cayendo hacia el agujero negro de lo que podríamos ver con el EHT. Crédito: R.-S. Lu (SHAO), E. Ros (MPIfR), S. Dagnello (NRAO/AUI/NSF)
Mientras observaban el núcleo de radio compacto de M87, un equipo de científicos ha descubierto nuevos detalles sobre el agujero negro supermasivo de la galaxia. En esta representación artística, el chorro masivo del agujero negro se ve elevándose desde el centro del agujero negro. Las observaciones en las que se basa esta ilustración representan la primera vez que el chorro y la sombra del agujero negro se han fotografiado juntos, proporcionando a la comunidad científica nuevos conocimientos sobre cómo los agujeros negros pueden lanzar estos potentes chorros. Crédito: S. Dagnello (NRAO/AUI/NSF)
Mientras observaban el núcleo de radio compacto de M87, un equipo científico ha descubierto nuevos detalles sobre el agujero negro supermasivo de la galaxia. En esta representación artística, el chorro masivo del agujero negro se ve elevándose desde el centro del agujero negro. Las observaciones en las que se basa esta ilustración representan la primera vez que el chorro y la sombra del agujero negro se han fotografiado juntos, proporcionando a la comunidad científica nuevos conocimientos sobre cómo los agujeros negros pueden lanzar estos potentes chorros. Crédito: S. Dagnello (NRAO/AUI/NSF)
M87 es una enorme galaxia elíptica situada a unos 55 millones de años luz de la Tierra, visible en la constelación de Virgo. Esta imagen fue captada por el instrumento FORS2, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, como parte del programa Joyas cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación que utiliza los telescopios de ESO para producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas, generando impresionantes imágenes de algunos de los objetos más sorprendentes en el cielo nocturno. En caso de que los datos obtenidos sean útiles para su uso científico en el futuro, estas observaciones se conservan y se ponen a disposición de los astrónomos a través de los archivos científicos de ESO. Crédito: ESO
M87 es una enorme galaxia elíptica situada a unos 55 millones de años luz de la Tierra, visible en la constelación de Virgo. Esta imagen fue captada por el instrumento FORS2, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, como parte del programa Joyas cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación que utiliza los telescopios de ESO para producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas, generando impresionantes imágenes de algunos de los objetos más sorprendentes en el cielo nocturno. En caso de que los datos obtenidos sean útiles para su uso científico en el futuro, estas observaciones se conservan y se ponen a disposición de los astrónomos a través de los archivos científicos de ESO. Crédito: ESO
Este gráfico muestra la posición de la galaxia gigante Messier 87 en la constelación de Virgo (La Virgen). El mapa muestra la mayoría de las estrellas visibles a simple vista bajo buenas condiciones de observación. Crédito: ESO, IAU and Sky & Telescope
Este gráfico muestra la posición de la galaxia gigante Messier 87 en la constelación de Virgo (La Virgen). El mapa muestra la mayoría de las estrellas visibles a simple vista bajo buenas condiciones de observación. Crédito: ESO, IAU and Sky & Telescope

Video

Este video comienza con una vista de ALMA y luego se acerca al corazón de la galaxia M87, mostrando sucesivamente observaciones más detalladas. La imagen final muestra la sombra del agujero negro y un potente chorro que emana del propio agujero negro, juntos por primera vez en la misma imagen. Las observaciones se obtuvieron con telescopios del Global Millimeter VLBI Array (GMVA), ALMA, y el Telescopio de Groenlandia. Crédito:ESO/L. Calçada, Digitized Sky Survey 2, ESA/Hubble, RadioAstron, De Gasperin et al., Kim et al., R.-S. Lu (SHAO), E. Ros (MPIfR), S. Dagnello (NRAO/AUI/NSF). Music: astral electronic.

Contactos

 

 

PROVOCA apoya a mujeres con ALMA STEM

En marzo el observatorio ALMA conmemoró su décimo aniversario y recibió a 4 mujeres enamoradas de las ciencias, que integran el programa de mentoría PROVOCA, un juego de palabras que alude a promover vocaciones femeninas en disciplinas científicas denominadas STEM, sigla en inglés relacionada con ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas.

Esta iniciativa de AUI/NRAO, socio norteamericano del observatorio ubicado en San Pedro de Atacama, nació en 2019 con la creación de una serie web con testimonios de niñas y mujeres de las ciencias, y desde 2021 desarrolla el programa de mentoría PROVOCA, que busca incentivar, guiar y acompañar a estudiantes de enseñanza media y superior, para retener el talento de mujeres en carreras hasta ahora dominadas por hombres.

Muchas de estas vocaciones surgen del amor por las estrellas y el universo, otras por un enorme volumen de datos e imágenes que surgen de la observación del cielo, alimentando el interés por las ciencias estelares. Este ese el testimonio de algunas de estas mujeres con ALMA STEM.

 

Grace Fox: SIN LÍMITES, CON UN MUNDO DE POSIBILIDADES

Estudiante del Colegio Municipal Las Condes y participante del programa PROVOCA 2022, 17 años. 

Visitar las antenas de ALMA fue una experiencia increíble. Mucho más de lo que me imaginé y además con nieve. Fueron las condiciones más increíbles para subir. ¡Las antenas son inmensas! Fue alucinante y nunca pensé que tras un año de estar en el programa PROVOCA, tendría esa posibilidad.

Cuando postulé a este programa, honestamente pensé que no me iban a elegir. Pese a ello me dije: «nada pierdo con intentarlo, seguramente no quedo».

Cuando entré a este programa ni siquiera me definía como una persona del área científica. Compartí este año con chicas de mi edad o similares, que tenían desde un inicio muy claro que querían convertirse en astrónomas a futuro, y hoy siento que la ciencia sí es una opción en mi vida.

Creo que los caminos no todos son iguales. Ningún proyecto es tan lineal, ni hay solo una vía correcta para alcanzar la meta. Creo que los temores están principalmente en uno mismo y no en el entorno. En una sesión del programa PROVOCA, una compañera me dijo: «deja que el otro te diga no, pero no seas tú quien te diga no». Ahora no me planteo con límites, sino con un mundo de oportunidades y posibilidades.

Sin duda las familias y los educadores tienen una responsabilidad enorme en las vocaciones de las nuevas generaciones. Un buen profe puede influir en que te guste o no una asignatura, y en la medida que se alimente el interés y la emoción por aprender, es posible desarrollar habilidades y construir confianza… elementos esenciales para planificar el futuro.

 

Liza Videla: VALIDAR LAS EXPERIENCIAS DE OTRAS Y DERRIBAR OBSTÁCULOS

Astrónoma del observatorio ALMA y mentora PROVOCA.

Yo nací en Venezuela y me vine a Chile a los 11 años. Si bien el cambio de cultura fue bien importante, seguramente lo que más influyó en mí es que mis padres trabajaban en el Centro de Investigación Científica de Venezuela, entonces siempre estuve cerca de personas que trabajaban en el área y en diferentes cargos y roles. Recuerdo que la jefa de mi papá era una física. No tuve el deseo de estudiar astronomía desde temprana edad, sino ya a un par de años de egresar del colegio (en Chile). Más tarde, al entrar a ingeniería vi que había pocas mujeres, solo entonces me di cuenta que esto era «un tema», la brecha de género en STEM.  Recuerdo que en esos años empecé a conversar con algunas compañeras sobre cómo sería ser madre trabajando como astrónoma, o estudiar un doctorado y la necesidad de contar con el apoyo de una pareja para seguir avanzando en la carrera profesional. Creo que hoy ya hemos avanzado mucho y el hecho de que existan más mujeres en esta área, ha permitido que se discutan mejores condiciones laborales y se incentive el desarrollo de la trayectoria laboral. Sin duda era una realidad invisibilizada en mis tiempos universitarios, pero hoy pienso que hay menos barreras, aunque aún persisten algunas.

Hace 11 años que no venía al observatorio en San Pedro, dado que trabajo en el departamento de operaciones científicas en Santiago, y es emocionante visitarlo en su décimo aniversario.

Ha sido una linda experiencia trabajar en ALMA, compartir con personas de todo el mundo y de diferentes culturas. Es un lugar humanamente muy enriquecedor y en lo profesional se me permitió partir desde cero y aprender en el camino.

Estar en el programa PROVOCA es una gran oportunidad para que las nuevas generaciones comprendan que no hay que sentir miedo por saber nada o muy poco. Es una sensación natural, pero no debe ser un factor limitante para seguir adelante… muy por el contrario. Esta sensación inicial de ignorancia es muy común en mujeres en astronomía y otras carreras STEM. Ahí también hay una tarea para el entorno, para no humillarlos, sino al contrario transmitirles confianza y animarlos.

Es increíble cómo evidenciamos que en todas las carreras STEM, sin importar su naturaleza, todas las mujeres vivimos experiencias muy similares de discriminación y otras aún más atemorizantes. Es una realidad triste pero también una confirmación para que las que llevamos algo de ventaja, podamos hacer el camino más llevadero a las generaciones más jóvenes.

Otro aspecto importante que aprendí en el programa de mentoría es el ejercer una escucha activa. Validar las experiencias de otros y no minimizar los sentimientos asociados a esas experiencias. Hoy tengo una hija de 14 años y como madre tengo el deber de alentarla y fortalecer su confianza, ya que está interesada en seguir una carrera científica.

 

Andrea Araya: PROVOCA HA SIDO UNA EXPERIENCIA REVELADORA

Líder especialista en registro documental del observatorio ALMA y mentora PROVOCA

Yo llevo 11 años trabajando en el observatorio. Partí como especialista en documentación para un grupo donde fui la quinta contratada y luego ascendí a supervisora del equipo, incorporándome al grupo de operaciones. Es una experiencia muy bonita. En muchos casos ALMA te permite crecer. Por ejemplo, yo partí en ingeniería, luego pasé al área de computación y he trabajado en diversos proyectos consecutivos y simultáneos, dándome la posibilidad de seguir aprendiendo exponencialmente. Mi trabajo es muy versátil y eso es tremendamente atractivo y estimulante para alguien curioso y creativo como yo.

PROVOCA ha sido muy revelador para mí, ya que me ha traído sorpresas inesperadas. Al principio creí que era un programa dirigido solo a astrónomas y no para mujeres que nos dedicamos a las ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas. En mí ha tenido un impacto muy profundo que pasa por el aprendizaje que precisamente recibí de mi grupo de estudiantes, todas muy distintas a como era yo a su edad. ¡Una experiencia fantástica!

Es muy importante compartir nuestros testimonios y así inspirarlas a seguir adelante, para que juntas ganemos más terreno en espacios dominados por los hombres.

Las mujeres tenemos una visión del poder muy distinta a la de los hombres. En ella influyen aspectos generacionales, sociales, políticos, culturales; pero ahí hay un cambio profundo y revolucionario que podemos protagonizar. No queremos repetir la imposición de cánones, sino muy por el contrario, ampliar nuestro rol de forma colaborativa. Las luchas colectivas son siempre más poderosas.

 

Bárbara Sepúlveda: CHILE NECESITA MÁS REFERENTES STEM FEMENINOS EN REGIONES

Ingeniera en computación del observatorio ALMA y mentora PROVOCA

Hace 7 años trabajo en las dependencias de ALMA en San Pedro de Atacama, en sistema de turnos. Ha sido una muy buena experiencia. No he observado diferencias por el hecho de ser mujer, es más veo harto compañerismo. Si bien siempre he estado en el mismo cargo desde un comienzo, ALMA me ha permitido hacer proyectos para seguir innovando en mi área con plena libertad.

Ser mentora en PROVOCA me ha ayudado a crecer muchísimo. Me permitió reconocer situaciones y ponerles nombre, como es el caso del síndrome del impostor. El coaching también me ha permitido poner en práctica nuevas habilidades y así mejorar la eficiencia y el impacto de mi trabajo en terreno. Es increíble observar que todas las mentoras entramos al programa con la intención de entregarles algo a las chicas y la gran mayoría sentimos que nos llevamos mucho más de lo que aportamos. Es un maravilloso proceso de crecimiento y retribución recíproca.

Al inicio del programa, la gran mayoría de las estudiantes ni siquiera encendía la cámara del computador, pero poco a poco participaron de forma más activa y nos fuimos conectando, compartiendo experiencias que nos sucedían en la semana, a mentoras y estudiantes, y a partir de ellas conversábamos y entregábamos consejos.

Fuimos de a poco construyendo una complicidad.

Pienso que aún falta un trabajo con referentes STEM femeninos en regiones. También necesitamos que las profesoras asuman un rol de mentoras con sus alumnas y así despertar nuevas vocaciones. Para mí fue un programa muy transformacional y de hecho influyó en mi familia, ya que me ayudó para transmitirle mayor confianza a mi hermana menor, quien ingresó a estudiar bioquímica. Pienso que, con una apropiada guía, es posible aterrizar las expectativas de las generaciones más jóvenes y así tener una visión más realista del horizonte laboral y personal. Necesitamos sumar más niñas a las carreras profesionales y técnicas STEM.