Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: Estudiantes de San Pedro de Atacama viajan a Santiago y Concepción para convertir en realidad sus vocaciones STEM

  • Iris y Camila vivieron toda su vida en San Pedro de Atacama, fueron alumnas de excelencia del Complejo Educacional de Toconao y soñaron inicialmente con ser médicas. Hoy, después de participar del programa de mentoría de niñas y mujeres STEM “PROVOCA”, optan por la biología y la ingeniería aeroespacial, aumentando así la participación femenina en carreras poco conocidas y altamente masculinizadas.

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha que cobra sentido en tiempos en que las políticas públicas buscan reducir la brecha de género, especialmente en aquellas disciplinas con baja participación femenina como son la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por su sigla en inglés).

Precisamente esta es la misión que abraza la iniciativa PROVOCA (de AUI/NRAO), que busca promover, guiar, acompañar y retener el talento femenino en STEM. Dos jóvenes de San Pedro de Atacama, quienes fueron parte de este programa de mentoría, hoy confirman su decisión vocacional. Es el caso de Iris González, quien viaja a Santiago a estudiar biología; y Camila Pérez, quien se traslada a Concepción para ingresar a ingeniería plan común, y probablemente optar más adelante a ingeniería aeroespacial.

Iris y Camila (ambas de 19 años) han vivido toda su vida en San Pedro de Atacama y estudiaron en el Complejo Educacional de Toconao. Viviendo en esta localidad tan próxima al observatorio ALMA y al Salar de Atacama, experimentaron de cerca la ciencia en un escenario natural privilegiado, para hoy convertirse en las primeras universitarias de sus familias.

Acostumbrada a la tranquilidad de su pueblo y la belleza natural, Iris explica que desde muy pequeña se interesó en las ciencias, de hecho, primero se interesó por el cuerpo humano y en temas de salud, pero luego se fascinó con lo celular y lo molecular. Hace un par de años fue guardaparque en el Valle de la Luna, lugar donde supo que ciertos investigadores estudiaban microorganismos compatibles con la vida en Marte. “Siempre me cautivó la vida de los microorganismos, la biología y la química. Estudiar biología pienso que me dará una mirada amplia para comprender desde lo más global hasta lo más pequeño de la vida. Desde niña me imaginé siendo una científica trabajando en un laboratorio, descubriendo lo inimaginable”, señala Iris.

Se siente emocionada de hoy materializar su sueño y trasladarse a Santiago para estudiar su carrera en la Pontificia Universidad Católica. Dejará la paz de su pueblo en tonos anaranjados para vivir en el bullicio de la capital. Iris explica que su colegio influyó mucho en su vocación, ya que tiene un énfasis científico-matemático, y si bien estuvo varios años sin un laboratorio funcional, sus profesores usaban el ingenio para encontrar instancias de participación en competencias científicas, o bien darles la oportunidad una vez al año de realizar una clase magistral sobre algún tema determinado. “Muy ligado al quehacer de ALMA, no pocos alumnos y alumnas de mi colegio aspiran a convertirse en científicos e ingenieros, o sueñan en buscar nuevos horizontes en Chile o fuera del país. La ciencia en San Pedro es una puerta de salida al mundo”, comenta Iris.

Gracias a su participación durante la pandemia en un encuentro virtual de la iniciativa PROVOCA, Iris tuvo la oportunidad de conocer a una bióloga estadounidense trabajando en Valparaíso, motivándose a ingresar al programa de mentoría. “En PROVOCA descubrí una suerte de fraternidad de mujeres científicas. Esta red me abrió la mente para imaginar un futuro posible desde las STEM. Viviendo en un lugar tan alejado de la capital, es muy difícil conocer a mujeres reales que desempeñan un trabajo en las ciencias, y siento que este programa me abrió todo un mundo de opciones y conexiones con otras niñas, jóvenes y mujeres”, añade.

En un principio Iris había decidido seguir medicina, pero tras un año de receso para reflexionar sobre su futuro, optó por biología tras investigar acuciosamente la malla curricular. Tras esta decisión, su familia la apoyó incondicionalmente. Asegura que sus amigos y familiares están tan entusiasmados como ella con este nuevo desafío y que sólo esperan que se sienta realizada y muy feliz.

Admiradora de la bióloga chilena Ana María Lennon, directora del departamento de inmunidad y cáncer del Instituto Curie en Francia, Iris siente hoy que el futuro no tiene límites. Se imagina investigando en alguna universidad del mundo e inspirando a otras niñas como ella, que viven en un rincón de Chile, para que sigan sus sueños en las STEM. “En PROVOCA hay muchas mentoras en física y matemáticas, y creo que como bióloga puedo colaborar en la diversificación del interés en las STEM. Allí encontré a muchas mujeres que les costó abrirse un espacio en lugares dominados por los hombres y que superaron muchas barreras, algunas que estaban en sus propias mentes y otras en el entorno. ¡Conocerlas y aprender unas de otras ha sido una experiencia bacán!”, concluye.

Por su parte, Camila cuenta que hasta el 2022 estaba muy convencida de seguir medicina, una carrera que tiene mucho de ciencia pero también de servicio. Luego de un largo proceso de autoconocimiento, en el que influyeron sus sesiones de mentoría en PROVOCA, concluyó que buscaba una carrera más bien vinculada a las matemáticas y las tecnologías. En el mismo programa conoció a una mentora joven, estudiante de ingeniería aeroespacial (Tatiana López, de Concepción), quien le mostró un aspecto de esta carrera STEM que la fascinó desde un inicio. Si bien fue una difícil decisión, ya que su familia estaba muy emocionada con la idea de que fuese médica, su decisión hoy la tiene clara y se ha matriculado para estudiar en la Universidad de Concepción, con todo el apoyo de su familia.

“Este proceso fue un despertar. Me imaginaba estudiando medicina, pero no me veía ejerciendo esa profesión. Sabía que sería impactante anunciar este cambio vocacional a mi familia y para eso investigué mucho, ya que estaba segura que a mis padres les preocuparía el aspecto del campo laboral de esta nueva carrera. Si bien la ingeniería no tiene un sello de servicio social tan claro como la medicina, sí creo que la divulgación científica cumple ese rol, precisamente para acercar carreras poco comunes a jóvenes que viven lejos de las grandes ciudades y universidades. La física, las matemáticas y el armar cosas con mis propias manos, son habilidades que me identifican y fundamentales para construir mi futuro”, asegura Camila.

Camila tiene una relación de larga data con PROVOCA. Fue una de las dos estudiantes de Toconao que participaron del encuentro de modelos de rol organizado por AUI/NRAO en 2018, del cual nació la iniciativa PROVOCA. También en 2019 fue parte del programa de intercambio Sister Cities and Observatories (Ciudades y Observatorios Gemelos, en español), que le permitió viajar a EE.UU. y vivir la experiencia de conocer otra comunidad escolar muy vinculada a la astronomía por su cercanía con el observatorio Very Large Array (VLA, de NRAO) en Nuevo México, en la localidad de Magdalena. En esta experiencia visitó el observatorio y desarrolló el proyecto de un reloj solar considerando la cosmovisión de la cultura atacameña, además de ser alumna por un día del establecimiento educacional de Magdalena.

Más tarde, ser parte de las mentorías PROVOCA la animó a investigar sobre diferentes carreras STEM, de modo que tomara sus decisiones basadas en información actual y honesta compartida por sus mentoras. Todo esto diseñado para ofrecerle una mirada realista de cada carrera. Camila espera que su experiencia de cambio vocacional, lejos de insegurizar, anime a otras niñas a investigar acerca de otras posibilidades que calcen con sus intereses y habilidades. “No hay que tenerle miedo a los cambios. La vida nos da muchas oportunidades para seguir aprendiendo y hay que estar abierta a esas posibilidades. Lo importante es tomar las decisiones informadas y con seguridad, y no cerrarse a una sola opción. En esta carrera voy a poder aplicar mis habilidades matemáticas y físicas en el desarrollo de aeronaves, lo que me entusiasma muchísimo”, concluye.

El agujero negro central de la Vía Láctea gira más rápido de lo estimado

El agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea está girando tan rápido que está deformando el espacio-tiempo que lo rodea, dándole una forma similar a una pelota de fútbol americano, ​​según un nuevo estudio que utiliza datos del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el National Science. Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF).

Este agujero negro gigante, llamado Sagitario A* (Sgr A* para abreviar), se encuentra a unos 26.000 años luz de la Tierra, en el centro de nuestra galaxia.

Esta ilustración artística muestra una sección transversal de Sgr A* y el material arremolinándose a su alrededor en un disco. La esfera negra en el centro representa el llamado horizonte de sucesos del agujero negro, el punto de no retorno del que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. Mirando el agujero negro que gira desde un lado, como se muestra en esta ilustración, el espacio-tiempo que lo rodea tiene la forma de una pelota de fútbol. Cuanto más rápido sea el giro, más plano será el balón. El material amarillo anaranjado a ambos lados representa gas arremolinándose alrededor de Sgr A*. Este material inevitablemente se precipita hacia el agujero negro y cruza el horizonte de sucesos una vez que cae dentro de la forma de una pelota de fútbol. Por lo tanto, el área dentro de la forma del balón de fútbol pero fuera del horizonte de sucesos se representa como una cavidad. Las manchas azules muestran chorros que salen disparados desde los polos del agujero negro en rotación. Mirando el agujero negro desde arriba, a lo largo del cañón del chorro, el espacio-tiempo tiene una forma circular. CXC/Melissa Weiss

 

Los agujeros negros tienen dos propiedades fundamentales: su masa (cuánto pesan) y su giro (qué tan rápido giran). La determinación de cualquiera de estos dos valores les dice a los científicos mucho sobre cualquier agujero negro y cómo se comporta.

Un equipo de astrónomos ha desarrollado un nuevo método para determinar la velocidad de rotación del enigmático agujero negro Sgr A*. Combinando datos de rayos X y de radio, el equipo observó el movimiento del material circundante y dedujo la velocidad angular de Sgr A*. Sorprendentemente, sus hallazgos revelaron que Sgr A* gira a una velocidad que alcanza aproximadamente el 60% del valor máximo posible. Este máximo posible está determinado por la restricción fundamental de que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz. El descubrimiento del equipo desafía las estimaciones anteriores, las que afirmaban que Sgr A* se encontraba estacionario hasta las que determinaban que giraba casi a la velocidad más rápida imaginable. Esta investigación innovadora arroja nueva luz sobre la naturaleza dinámica de los agujeros negros y abre vías apasionantes para una mayor exploración de sus misterios.

El artículo que describe estos resultados es liderado por Ruth Daly y fue publicado en la edición de enero de 2024 de Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y se puede acceder en este enlace: https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2024MNRAS.527..428D/abstract .

«Nuestro trabajo puede ayudar a resolver la cuestión de qué tan rápido gira el agujero negro supermasivo de nuestra galaxia», dijo Ruth Daly de la Universidad Penn State, autora principal del nuevo estudio. «Nuestros resultados indican que Sgr A* está girando muy rápidamente, lo cual es interesante y tiene implicaciones de largo alcance…».

Esta publicación fue compartida originalmente por el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA. Lea el comunicado completo aquí.

Acerca de Chandra

El Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA gestiona el programa Chandra. El Centro de rayos X Chandra del Observatorio Astrofísico Smithsonian controla las operaciones científicas desde Cambridge, Massachusetts, y las operaciones de vuelo desde Burlington, Massachusetts.

 

Acerca de NRAO

El Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO) es una instalación de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF), operada bajo un acuerdo cooperativo por Associated Universities, Inc. (AUI).

 

Contacto con los medios de comunicación de NRAO

Corrina C. Jaramillo Feldman
Oficial de información pública – Nuevo México
VLA, VLBA, ngVLA
Teléfono: +1 505-366-7267
cfeldman@nrao.edu

Día Internacional de la Educación: Ciencias para el desarrollo igualitario

Por María Fernanda Durán, astrónoma, colaboradora del programa de mentoría PROVOCA provoca.org

La educación en ciencias es clave para desarrollar el pensamiento crítico, habilidad imprescindible en la era de las fake news y de la inteligencia artificial. Esta habilidad nos permite analizar la información que recibimos, evaluar la fuente que la envía y contrastar la nueva información con la evidencia a la que tenemos acceso, antes de aceptar o rechazarla como hecho. Lo que es aplicable y muy útil en cualquier ámbito de la vida; desde el consumo de medios de información hasta la toma de decisiones en proyectos interdisciplinarios.

El pensamiento crítico es una de las denominadas «habilidades del siglo 21», y es algo que podemos y debemos potenciar desde temprana edad, donde la sala de clases es el ambiente natural para lograr su desarrollo. La enseñanza de la ciencia, desde cualquiera de sus disciplinas (física, química, matemáticas, ingenierías, etc.), desarrolla esta habilidad de manera natural, entregando una herramienta clave a quienes serán nuestros futuros profesionales y líderes.

Sin embargo, está aún muy arraigado en nuestra sociedad el concepto de las ciencias “duras”, donde quedan clasificadas las ciencias que tienen que ver con los números, la naturaleza y no tanto con las personas, como la biología. El problema con este concepto es que tendemos a asociar algo “duro” con algo físicamente demandante, y lo físicamente demandante con algo masculino, aún cuando, por ejemplo, las matemáticas no requieren desarrollo muscular para su desempeño y aún así son masculinizadas.

Un conocido estudio de la Universidad de Chicago demostró que en edades tempranas no hay diferencias en el razonamiento matemático entre niñas y niños; no obstante, cuando avanzan en su escolaridad, ellas piensan que las matemáticas no son para ellas. Esta situación nos obliga a reflexionar acerca de la importancia del entorno social y cómo éste influye en la construcción vocacional y el relevante papel que juegan quienes educan tanto en el aula como fuera de ella a nuestros jóvenes.

En este día de la educación, hacemos un llamado a reflexionar sobre este punto. Si nuestras niñas internalizan que las ciencias no son para ellas, será más difícil que logren desarrollar plenamente y en igualdad de condiciones que sus compañeros, la crucial habilidad del pensamiento crítico, mermando sus futuras oportunidades laborales, usualmente mejor remuneradas. Además de impactar negativamente la diversidad que necesita la ciencia y la industria para enfrentar exitosamente nuevos desafíos.

Invito a todos quienes ejercemos la educación informal desde nuestros espacios sociales, familiares y laborales, a ampliar la mirada de nuestros niños, niñas y jóvenes, a desarrollar la empatía y la creatividad, para acompañar el aprendizaje de la ciencia, como un espacio de autoconocimiento y comprensión del entorno donde participamos todos y todas por igual.