Científicas de la Quinta Región se unen a Red de Mentoras PROVOCA para incentivar vocaciones STEM entre mujeres

  • Formadas como astrofísica, ingeniera y diseñadora industrial, tres científicas porteñas hoy se forman para guiar y acompañar a niñas con inquietud científica, acercando sus testimonios de profesionales en disciplinas STEM en Chile, derribando estereotipos y motivando la curiosidad en niñas y jóvenes de todo el país. Estos son los relatos de Catalina Arcos, Leslie Pedrero y Guillermina Ponce, verdaderas “provocadoras” de las ciencias.

Científicas del área de la astrofísica, el diseño industrial y la ingeniería electrónica de la V Región hoy son parte de la Red de Mentoras PROVOCA, una iniciativa liderada por AUI/NRAO -socio norteamericano del observatorio ALMA- que con el apoyo de LideraMujer, busca empoderar a mujeres en las áreas de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática; para inspirar, acompañar y guiar a futuras generaciones de chilenas.

Las disciplinas STEM, aún con una baja representación femenina, son además profesiones mejor remuneradas que según especialistas en equidad de género, constituyen un motor de desarrollo y movilidad social. Desde su creación en 2019, PROVOCA ha logrado a través de una serie web y encuentros con modelos de rol, socializar testimonios de mujeres que se desempeñan en las denominadas “ciencias duras”, realizándose integralmente como mujeres.

Este es el caso de Catalina Arcos (33 años), doctora en astrofísica del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso; Leslie Pedrero (39 años), diseñadora industrial y especialista en fibra de carbono del proyecto Mirror/NPF, una colaboración entre  el Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), la Universidad Técnica Federico Santa María y la Universidad de Valparaíso; y Guillermina Ponce (34 años), técnico en electrónica, cursante de la carrera de Ingeniería en Automatización y Control Industrial y parte del área de front-end del observatorio ALMA. Todas grandes exponentes de la región de Valparaíso, que integran la Red de Mentoras PROVOCA.

Catalina cuenta que desde niña le apasionó la astronomía y de hecho quería ser astronauta. “Me gustaba el espacio y las estrellas. En octavo ya quería estudiar astronomía y averiguaba sobre el mapa nocturno del cielo. En enseñanza media estaba en un liceo católico en Viña del Mar, donde conocí a un cura aficionado a la astronomía y me invitó junto a mi papá a ver el cielo en su telescopio. Esa noche observé Júpiter y Saturno y quedé maravillada. Tenía 16 años”, comenta la astrofísica.

Para no alejarse de su familia, Catalina ingresó a licenciatura en física con mención en astronomía, que entonces se impartía por primer año en Valparaíso. Recuerda que sus padres la apoyaron en su decisión. Es una de 5 hermanos, su madre es profesora y su padre es ingeniero. “Mis papás son un matrimonio muy esforzado y siempre quisieron que estudiásemos en la universidad. Hoy todos somos profesionales”.

Catalina comenta que su carrera era muy nueva, nadie sabía muy bien cuál era la trayectoria formativa y laboral de un investigador. De su generación de 45 alumnos, solo alrededor de 10 eran mujeres. “Hoy es bastante equitativo. En el Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso existen 22 académicos, físicos y astrónomos, todos muy competentes y hay una muy buena relación de equipo. Hoy hago clases de física en varias carreras y tengo horas para investigación. Soy también encargada de vinculación con el medio del instituto, trabajo en un hermoso proyecto sobre seguimiento de estrellas masivas. Pronto, además, haremos talleres de física y astronomía para niños de 10 a 18 años, de las residencias del SENAME de Quilpué, Viña del Mar, Villa Alemana, Quillota y Valparaíso. Estoy muy entusiasmada porque la ciencia se aprende haciendo y este taller les permitirá a los niños realizar experimentos y observar a través de telescopios. Vamos a acercar la ciencia a las nuevas generaciones y a contribuir en el cierre de brechas de acceso a este tipo de experiencias de aprendizaje”.

En 2020, Catalina participó del Encuentro PROVOCA Valparaíso, un conversatorio virtual de científicas con estudiantes de colegios y liceos de la región y de Santiago. A partir de esa actividad, se formó una comunidad con científicas muy jóvenes, que la inspiró a unirse a la Red de Mentoras, con el propósito de desarrollar habilidades para acompañar a otras niñas y jóvenes. “En este proceso valoro el cultivo del autoconocimiento y el desarrollo personal, y es increíble cómo eso ayuda a saber apoyar y guiar a otros. Es enriquecedor tanto para las mentoras como para las mentees”. Su consejo a las futuras científicas es a seguir sus sueños y confiar en sus instintos, también a ampliar la mente y pensar en carreras profesionales o técnicas.

Por su parte, Leslie creció con sus 4 hermanos y sus padres, él marino y ella dueña de casa. Es parte de la primera generación con estudios superiores de su familia. Ella es diseñadora industrial y sus hermanos; ingeniero mecánico, veterinaria y músico. “A mí siempre me gustó construir cosas, desde hacerme mis propias casas de muñecas hasta mis agendas. Lo que no tenía, me las ingeniaba para hacerlo con mis manos. Estudiar diseño industrial me dio un campo muy versátil de trabajo, desde hacer un mueble, hasta donde estoy hoy…construyendo nuevos espejos de telescopios a base de fibra de carbono”.

Leslie no para de aprender; desde materiales compuestos hasta óptica y física. En su equipo de trabajo hay un experto pulidor de espejos astronómicos, también ingenieros mecánicos y electrónicos, astrónomos y físicos. “Es una forma colaborativa de trabajo, donde cada uno aporta desde su perspectiva, con sus habilidades y conocimientos. Mi mensaje busca alentar a que las niñas sigan sus sueños. Me parece absurdo que una persona piense que no puede seguir su vocación porque es mujer u hombre. Eso nunca pasó por mi mente. Ser profesional me ha dado mayor autonomía y herramientas para salir adelante”, concluye.

Finalmente, Guillermina, si bien es de Valparaíso, hoy trabaja en San Pedro de Atacama en el observatorio ALMA. Hace 7 años es parte del área de ingeniería de front-end, donde están los receptores de las antenas. “En el área de ingeniería, en este observatorio hay pocas mujeres, somos solo dos y soy la única mujer técnico. Espero que se abran más espacios. Creo que las mujeres aportamos otro punto de vista y tenemos habilidades particulares, como las sociales”.

Su padre era eléctrico de oficio y antes fue trabajador portuario por muchos años. Desde niña conocía las herramientas y los equipos del área que finalmente fue su trabajo. “Me gusta esta carrera porque es muy flexible y nunca se para de aprender”, asegura. De sus rasgos de personalidad, se reconoce muy capaz de trabajar bajo presión, de ser perseverante y no quedarse “pegada” en los problemas. Cuenta que, por el hecho de trabajar tantos años entre hombres, se ha hecho más dura y hoy le cuesta más conectarse con sus sentimientos.

Ahora en la red de mentoras, en muchos de los relatos confiesa que se ha visto reflejada. “Cuando termine mi carrera de ingeniería, espero ser madre en algún momento. Como muchas, me pregunto cómo será criar un hijo estando fuera de casa tanto tiempo, por los turnos. Me cuestiono también si el alejarme para criar implicará el riesgo de perder mi lugar en el trabajo. Es esa inquietud de no poder responder por completo en ninguna parte. Yo tuve que trabajar para costearme mis estudios y claramente no quiero retroceder”, explica. Pese a ello, sueña con ser mamá.

La Red de Mentoras PROVOCA le ha permitido ser parte de espacios de conversación, incluso algo “terapéutico” (se ríe), ya que te dedicas un tiempo y juntas descubrimos que tenemos las mismas dudas. “Quiero aprender a impactar en la vida de otras, por todas esas personas -hombre y mujeres- que me ayudaron en algún momento y así pueda retribuirles de algún modo”, finaliza Guillermina Ponce.

ALMA revela entornos de nacimiento de planetas orgánicos ricos en carbono

Una colaboración internacional de científicos utilizó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para completar el mapeo de composición química más extenso que exista de los discos protoplanetarios alrededor de cinco estrellas jóvenes cercanas en alta resolución. De esta manera, generaron imágenes que capturan la composición molecular asociada a nacimientos planetarios, y una hoja de ruta para futuros estudios sobre la composición de las regiones de formación de planetas y cometas. La nueva investigación revela pistas sobre el rol de las moléculas en la formación del sistema planetario y si estos jóvenes sistemas planetarios en formación tienen lo que se necesita para albergar vida. Los resultados del programa, apropiadamente llamado MAPS (por su sigla en inglés), o Moléculas con ALMA en escalas de formación planetaria, aparecerán en una próxima edición especial de 20 artículos de la serie de suplementos de The Astrophysical Journal.

Los planetas se forman en discos de gas y polvo, también llamados discos protoplanetarios, que rodean a estrellas jóvenes. La composición química de estos discos, o las moléculas contenidas en ellos, pueden tener un impacto en los planetas mismos, incluido cómo y dónde ocurre su formación, su composición química y si tienen la composición orgánica necesaria para sustentar vida. MAPS observó específicamente los discos protoplanetarios que rodean a las jóvenes estrellas IM Lup, GM Aur, AS 209, HD 163296 y MWC 480, donde ya se ha detectado evidencia de formación planetaria en curso. El proyecto condujo a múltiples descubrimientos interesantes, incluido un vínculo entre el polvo y las subestructuras químicas y la presencia de grandes depósitos de moléculas orgánicas en las regiones internas de los discos.

«Con ALMA pudimos ver cómo se distribuyen las moléculas donde los exoplanetas se están actualmente creando», dijo Karin Öberg, astrónoma del Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian (CfA) e investigadora principal de MAPS. «Una de las cosas realmente emocionantes que vimos es que los discos de formación planetariaalrededor de estas cinco estrellas son fábricas de un tipo especial de moléculas orgánicas, los llamados nitrilos, que están implicados en los orígenes de la vida aquí en la Tierra».

A lo largo del proyecto se observaron moléculas orgánicas simples como HCN, C2H y H2CO con un detalle sin precedentes, gracias a la sensibilidad y el poder de resolución de los receptores de Bandas 3 y 6 de ALMA. «En particular, pudimos observar la cantidad de pequeñas moléculas orgánicas en las regiones internas de los discos, donde los planetas rocosos probablemente se están ensamblando», dijo Viviana V. Guzmán, astrónoma del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, autora principal en MAPS VI y co-investigadoraprincipal de MAPS. «Estamos descubriendo que nuestro propio Sistema Solar no es particularmente único, y que otros sistemas planetarios alrededor de otras estrellas también tienen suficientes ingredientes para formar los componentes básicos de la vida».

Los científicos también observaron moléculas orgánicas más complejas como HC3N, CH3CN y c-C3H2, en particular las que contienen carbono y, por lo tanto, es más probable que actúen como materia prima de moléculas prebióticas más grandes. Aunque estas moléculas se han detectado antes en discos protoplanetarios, MAPS es el primer estudio sistemático en múltiples discos con una resolución y sensibilidad espacial tan alta, y el primer estudio para encontrar las moléculas a escalas pequeñas y en cantidades tan significativas. «Encontramos más moléculas orgánicas grandes de lo esperado, un factor de 10 a 100 más, ubicadas en los discos internos a escalas del Sistema Solar, y su química parece similar a la de los cometas del Sistema Solar», dijo John Ilee, astrónomo de la Universidad de Leeds y autor principal de MAPS IX. “La presencia de estas grandes moléculas orgánicas es significativa porque son los trampolines entre las moléculas más simples basadas en carbono, como el monóxido de carbono, que se encuentra en abundancia en el espacio, y las moléculas más complejas que se requieren para crear y mantener la vida.»

Sin embargo, las moléculas no se distribuyen uniformemente a través de los discos. Como se evidencia en MAPS III y IV, si bien las composiciones generales de los discos parecen ser similares al Sistema Solar, un acercamiento a alta resolución revela cierta diversidad en la composición que podría resultar en diferencias de planeta a planeta. «El gas molecular en los discos protoplanetarios se encuentra a menudo en conjuntos de anillos y huecos distintos», dijo Charles Law, astrónomo del CfA y autor principal de MAPS III y IV. «Pero el mismo disco observado en diferentes líneas de emisión molecular a menudo se ve completamente diferente, y cada disco tiene múltiples caras moleculares. Esto también significa que los planetas en diferentes discos o incluso en el mismo disco pero en diferentes ubicaciones pueden formarse en entornos químicos radicalmente diferentes». Por lo tanto, algunos planetas se forman con las herramientas necesarias para construir y mantener la vida, mientras que otros planetas cercanos pueden no hacerlo.

Uno de esos entornos radicalmente diferentes ocurre en el espacio que rodea planetas similares a Júpiter, donde los científicos encontraron que el gas es pobre en carbono, oxígeno y elementos más pesados, aunque ricos en hidrocarburos, como el metano. «La química que se ve en los discos protoplanetarios debería heredarse mediante la formación de planetas», dijo Arthur Bosman, astrónomo de la Universidad de Michigan y autor principal de MAPS VII. «Nuestros hallazgos sugieren que muchos gigantes gaseosos pueden formarse con atmósferas extremadamente pobres en oxígeno (ricas en carbono), desafiando las expectativas actuales de la composición de los planetas».

En resumen, MAPS proporciona exactamente eso: un mapa para que los científicos lo sigan, conectando los puntos entre el gas y el polvo en un disco protoplanetario y los planetas que eventualmente se forman a partir de ellos para crear un sistema planetario. «La composición de un planeta es un registro de la ubicación en el disco en el que se formó», agregó Bosman. «Conectar la composición del planeta y el disco nos permite mirar su historia y nos ayuda a comprender las fuerzas que lo formaron».

Joe Pesce, astrónomo y oficial del programa ALMA en la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU.(NSF), señala que «la existencia de vida más allá de la Tierra es una de las preguntas fundamentales de la humanidad. Ahora sabemos que los planetas se encuentran en todas partes, y el siguiente paso es determinar si tienen las condiciones necesarias para la vida tal como la conocemos (y cuán común podría ser esa situación). El programa MAPS nos ayudará a responder mejor a estas preguntas. La búsqueda de ALMA de precursores de vida lejos de la Tierra complementa los estudios realizados en laboratorios y en lugares como respiraderos hidrotermales en la Tierra.»

Öberg agregó: «MAPS es la culminación de décadas de trabajo sobre la química de los discos formadores de planetas por parte de científicos que utilizan ALMA y sus precursores. Aunque MAPS ha examinado solo cinco discos en este momento, no teníamos idea de cuán químicamente complejos y visualmente deslumbrantes eranestos discos hasta ahora. MAPS ha respondido por primera vez preguntas que no podríamos haber imaginado hacer décadas atrás, y también nos ha presentado muchas más preguntas que responder».

Información adicional

Los artículos destacados de esta investigación son:

• «Moléculas con ALMA a escalas de formación de planetas (MAPS) I: Descripción general y aspectos destacados del programa», K. Öberg et al, ApJS, vista previa.

• «Moléculas con ALMA a escalas de formación de planetas (MAPS) III: Características de las subestructuras químicas radiales», C. Law et al, ApJS, vista previa.

• «Moléculas con ALMA a escalas de formación de planetas (MAPS). IV: Superficies de emisión y distribución vertical de moléculas», C. Law, ApJS, vista previa.

• «Moléculas con ALMA a escalas de formación de planetas (MAPS) VI: Distribución de los pequeños orgánicos HCN, C2H y H2CO», V. Guzmán et al, ApJS, vista previa.

• «Moléculas con ALMA en escalas de formación de planetas (MAPS) VII: O / H y C / H subestelar y C / O superestelar en gas que se alimenta de planetas», A. Bosman et al, ApJS, vista previa.

• «Moléculas con ALMA a escalas de formación de planetas (MAPS) IX: Distribución y propiedades de las moléculas orgánicas grandes HC3N, CH3CN y c-C3H2 «, J. Ilee et al, ApJS, vista previa.

El comunicado de prensa original fue publicado por el Observatorio Radioastronómico Nacional de los Estados Unidos (NRAO), socio de ALMA en nombre de América del Norte.

Otro comunicado de prensa que contiene información sobre otros resultados de la colaboración MAPS fue publicado por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), un socio de ALMA en nombre de Asia Oriental.

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Taiwán (MOST), y por NINS en cooperación con la Academia Sínica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).

La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.

Imágenes

Esta imagen compuesta de datos de ALMA de la joven estrella HD 163296 puesta sobre un campo estelar muestra la emisión de cianuro de hidrógeno. El proyecto MAPS se centró en el cianuro de hidrógeno y otros compuestos orgánicos e inorgánicos en los discos de formación de planetas para comprender mejor las composiciones de los planetas jóvenes y cómo éstas se vinculan con el lugar donde se forman los planetas en un disco protoplanetario. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO) / D. Berry (NRAO), K. Öberg y otros (MAPS) AUI NRAO Chile
Imagen de ALMA de la joven estrella HD 163296. La imagen muestra la emisión de cianuro de hidrógeno en azul brillante. El proyecto MAPS se centró en el cianuro de hidrógeno y otros compuestos orgánicos e inorgánicos en los discos de formación de planetas para comprender mejor las composiciones de los planetas jóvenes y cómo éstas se vinculan con el lugar donde se forman los planetas en un disco protoplanetario. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO) / D. Berry (NRAO), K. Öberg y otros (MAPS) AUI NRAO Chile
Artist’s depiction of a protoplanetary disk with young planets forming around a star. The right-side panel zooms in to show various nitrile molecules that are accreting onto a planet. Kari Oberg

 

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