Talentosa joven de San Felipe comparte su testimonio de autosuperación en el Día de la Mujer

  • Antonia Escalona tiene 18 años, es técnico agrícola y acaba de ser aceptada para estudiar ingeniería civil ambiental en la Universidad Federico Santa María de Valparaíso. Ella participó del programa de mentoría PROVOCA, que busca promover, acompañar y retener el talento femenino en carreras STEM, sigla en inglés asociada a ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; y este es su testimonio de autosuperación.

Si bien de niña soñaba con ser profesora de educación física o de matemáticas y más tarde con ser actriz, las vueltas de la vida llevaron a Antonia Escalona a estudiar técnico agrícola en San Felipe. Hija única de ingeniera agrónoma dedicada a la educación técnica, esta joven de 18 años es una convencida que las metas alcanzadas suponen nuevos desafíos al momento de cumplirse. Así, tras egresar y trabajar como técnico agrícola, se preparó para postular a la carrera de ingeniería civil ambiental y subir un nuevo peldaño en su formación profesional.

Antonia estudió desde octavo en el Colegio Cervantino de Putaendo, en segundo medio ingresó a la Escuela Agrícola Assunta Pallota de Curimón, enamorada de las ciencias agrícolas y de un firme compromiso con el cuidado del medio ambiente como voluntaria en distintas iniciativas escolares. Asimismo, en 2022 participó como estudiante en el programa gratuito de mentoría PROVOCA, de AUI/NRAO, que busca promover, acompañar y retener el talento femenino en carreras de las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, o STEM por su sigla en inglés.

«Siempre tuve claro que quería entrar a la universidad. Los colegios técnicos te preparan para la vida laboral y ese objetivo fue cumplido en mi caso. Entré a trabajar en Fundo Los Lepes, lugar donde hice mi práctica, y mi jefa supo que yo quería seguir estudiando. Averigüé y supe que gracias a mi promedio 7 de cuarto medio, mi NEM y ranking me ofrecían una oportunidad ventajosa para entrar a la universidad y optar a beneficios arancelarios, y fue así como me aventuré a postular a esta joven carrera en la región de Valparaíso. Cuando supe que fui aceptada, no cabía de la emoción y todos me felicitaron en el trabajo, desde mis compañeros hasta mi jefa. Lloré de felicidad porque supe que este era el primer paso para cumplir mi sueño de ser ingeniera», comenta Antonia.

A sus 4 años sus padres se separaron y por razones laborales su papá se radicó en el sur de Chile. Si bien fue una figura presente a la distancia, sus recuerdos de infancia están muy cargados de la figura materna, una mujer que fue la primera profesional de la familia y que con mucho «ñeque» la sacó adelante. De sus recuerdos tiene muy presente cómo su mamá encontraba solución natural y química a cuanta plaga que afectaba a las plantas y quizás eso la inspiró a soñar una vida con aroma a tierra húmeda.

Esta joven y carismática de inclinación científica disimula su timidez con habilidad y se asume como una mujer inquieta que no para de aprender. Con este afán averiguó en pandemia cómo desarrollar un plaguicida a base de colillas de cigarros y así innovar con un doble beneficio: agrícola y ambiental.

Cuenta que durante el año pasado, y gracias a su participación en PROVOCA, no solo conoció a científicas y profesionales con trayectoria laboral en observatorios y universidades, sino también a estudiantes de educación media y superior de varios rincones de Chile que compartían sus mismos anhelos y temores. «Allí me di cuenta de la importancia de tener redes de contacto y de aprender de las experiencias de otros. Valoré mucho el apoyo y guía que recibí de mis mentoras del programa, de mi mamá y de algunos de mis profesores, que no solo reconocieron mis habilidades, sino que también me motivaron a ponerme objetivos y a perseverar hasta alcanzarlos», añade. En PROVOCA participó de sesiones para adquirir habilidades clave de liderazgo, autoconocimiento y comunicaciones, entre otras.

En el año 2018 Antonia perdió a su abuelo por cáncer. Ella junto a su madre han vivido muy cerca de la familia y fue un duro golpe que enfrentaron, pero también fue un estímulo para seguir adelante. «Se que hoy mi abuelo estaría muy orgulloso de mis logros y espero que como profesional a futuro logre encontrar la cura para grandes problemas que hoy influyen por ejemplo en el cambio climático. Las ciencias representan la solución a problemas cotidianos y pequeños, así como a grandes desafíos que actualmente no tienen una respuesta, y sé que yo podré contribuir. Estoy feliz y ansiosa de ver qué me depara el futuro siendo una mujer STEM».

Gratitud y aprendizajes compartidos marcaron el balance del programa de mentoría PROVOCA 2022

  • Mentoras y estudiantes del Programa PROVOCA valoraron la iniciativa como un espacio intergeneracional único de mujeres en STEM, recogiendo amistades y aprendizajes al cierre de sus actividades del 2022.

Tras 8 meses de formación, mentoras y estudiantes chilenas realizaron un positivo cierre del programa gratuito de mentoría PROVOCA 2022, un recorrido lleno de emociones, aprendizajes de herramientas de autoformación y acompañamiento, habilidades comunicacionales y operacionales, y el desarrollo de redes de apoyo entre mujeres con vocación en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (denominadas STEM).

Durante los días 30 y 31 de enero mentoras y estudiantes se dieron cita por turno en las oficinas de AUI/NRAO, creador y ejecutor de la iniciativa, para dar cierre a su programa formativo en un proceso de reflexión y retroalimentación. En el caso de las estudiantes, dedicándose a analizar los aprendizajes y su relación con los objetivos planteados al inicio del programa, y en el caso de las mentoras, analizando la experiencia de su formación del 2021 ahora desempeñándose en su rol de mentoras en 2022.

En cada instancia, evaluaron el rendimiento recíproco, calificaron los conocimientos adquiridos y comentaron el impacto de cada aspecto y parte de su formación. Si bien el proceso de cierre de este programa anual concluye a fines de febrero, sus organizadoras ya cosechan un exitoso balance, destacando que la gran mayoría de sus participantes, tanto mentoras como estudiantes, estarían dispuestas a participar nuevamente y a recomendar la postulación por parte de otras profesionales, estudiantes de enseñanza media y educación superior con inquietud vocacional STEM.

Las participantes de la versión 2022 calificaron el aporte del programa de mentoría como un «regalo» que les permitió no solo conocer la mirada y la experiencia de quienes siguen carreras STEM, sino también reconocer en otras mujeres algunas percepciones, sentimientos y actitudes que pueden ser impulsores o bien detractores de un camino vocacional. Tras risas y comentarios emotivos; niñas, jóvenes y adultas que conforman la red PROVOCA, reconocieron en esta experiencia, el aprendizaje recíproco, las ventajas de co-construir una red de contactos y la posibilidad de que un testimonio de vida ayude a otras mujeres a no repetir los mismos errores, confirmando su selección vocacional STEM.

El programa permite no solo aprender herramientas para mejorar el desempeño estudiantil y laboral a través de talleres de autoconocimiento, habilidades comunicacionales y operacionales, acciones de movilización, transformación y liderazgo, sino también ofrecer un servicio de acompañamiento a pares que enfrentan dudas y obstáculos en su trayectoria STEM. El programa para las estudiantes se realizó en modo híbrido con actividades presenciales y remotas, lo que permitió que jóvenes de todo el país participaran de sus actividades, e incluyó 9 sesiones de formación, una bienvenida, una sesión de retroalimentación y tendrá como hito final la graduación de las estudiantes en marzo.

PROVOCA es, para las mentoras, una oportunidad de resignificar la experiencia femenina en STEM y para las estudiantes, la instancia para identificar metas individuales y diseñar (durante el acompañamiento con las mentoras), una hoja de ruta para alcanzarlas. Las mentoras viven un proceso de transformación reconociendo que la propia historia puede ser útil para otras mujeres y así amplían la mirada de una misma realidad, con base en la sororidad concebida como un pacto social y emocional construido entre mujeres que buscan transformar la sociedad chilena desde la contribución individual. AUI/NRAO felicita a sus egresadas y les desea unas lindas vacaciones en preparación para marzo, cuando tendrán su ceremonia de graduación.

Mujeres y niñas de ciencia que ganan terreno en las STEM

  • STEM es una sigla en inglés que se refiere a ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, áreas del conocimiento que históricamente han estado dominadas por el hombre; una realidad que hoy mujeres y niñas intentan revertir en Chile.

De acuerdo a un estudio de ONU Mujeres de 2020, Chile es el país latinoamericano con el menor porcentaje de mujeres graduadas en el área de la tecnología, el tercero con menor índice en ingeniería y el cuarto en el área de ciencias, indicadores que evidencian una deuda que implica pérdida de talento valioso y un llamado para desarraigar sesgos de género en estas áreas.

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una invitación para reflexionar y movilizarnos para incentivar más vocaciones científicas y este es precisamente el llamado que realiza «PROVOCA» hace ya 5 años. PROVOCA es una iniciativa de Associated Universities, Inc. y el Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO) -socios norteamericanos del observatorio ALMA-,cuyo nombre es un juego de palabras que alude a «promover vocaciones científicas» y que busca impulsar una mayor participación y retención de grupos tradicionalmente subrepresentados en carreras u oficios STEM, donde sin duda las mujeres siguen siendo minoría.

Andrea Moyano es egresada de licenciatura en física con mención en astronomía, de la Universidad de Valparaíso, y cuenta que -según recuerda- de 25 alumnos al ingreso de la carrera, finalmente se graduaron 3 y ella fue la única mujer. Señala que experimentó mucha competencia y no de la «sana», pero conforme pasaron los años, fue conociendo grandes compañeras, compañeros y profesoras que le ayudaron a perseverar y confiar en sus capacidades. Precisamente esa experiencia la motivó a postular al programa gratuito de mentoría PROVOCA en 2022 y así sumarse a una red de estudiantes de enseñanza media, educación superior y profesionales en STEM, contribuyendo con su testimonio y aprendizajes a las nuevas generaciones de científicas. «Ha sido muy enriquecedor aprender de mujeres tan potentes en diversas áreas de las STEM y en un clima de colaboración y sororidad en que solo nos ayudamos unas a otras, y podemos vernos reflejadas en sus experiencias, lo que permite que no se sigan cometiendo los mismos errores y que se vayan derribando mitos tan instalados en las disciplinas duras. Conocer a al menos una mujer que ya haya vivido una experiencia similar, es un regalo de oportunidades para una niña o una joven que lidia con sus temores en algún rincón del país», asegura Andrea.

Este fue el caso de Grace Fox (hoy en tercero medio), estudiante del Colegio Municipal Las Condes, quien se animó a postular al programa gracias a la invitación de su profesor de física y se sumó al grupo de 47 estudiantes de 10 regiones de Chile. «Pese a que aún no tengo claro cuál carrera voy a elegir en unos años, al principio pensaba que la ciencias eran solo para mujeres «secas» y que yo estaba lejos de serlo. El año pasado aprendí que esa sensación se llama síndrome del impostor, una realidad que afecta principalmente a mujeres y que nos hace sentir que nuestros logros no los alcanzamos por mérito propio, talento o capacidades, sino más bien por suerte e incluso un error de entorno, y que más temprano que tarde seremos descubiertas y perderemos esta oportunidad de éxito». Hasta antes de ser parte de este programa, Grace no consideraba la ciencia como una opción de estudios superiores. Hoy siente que la matemática y la física posiblemente la llevarán por el camino de las ingenierías, aunque ya perdió el temor a ampliar sus opciones. Aún le restan un par de años para tomar esa decisión y su familia la apoya incondicionalmente.

La mentoría es un modelo de trabajo colaborativo en que tanto la mentora como en este caso la estudiante dan y a la vez reciben de manera constante, evidenciando que nunca se deja de aprender y crecer, tanto en lo humano como en lo profesional. Eliminar sesgos de género y estereotipos culturalmente arraigados en nuestra sociedad sobre las profesiones y oficios «apropiados» o no para las mujeres, exige la tarea de visibilizar y acercar a las estudiantes a referentes femeninos que ejercen trabajos largamente dominados por los hombres. En este contexto, la familia, los educadores y las mismas mujeres en STEM, tienen la tarea de mostrar tanto sus capacidades como la compatibilidad de ciertas áreas de la ciencia con distintos proyectos de vida para las chilenas.

Catalina Arcos trabaja desde 2018 como astrofísica en el Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso. Aún cuando llegó a este puesto invitada por la misma casa de estudios al terminar su doctorado, durante el proceso de decidir si tomarlo o no, batalló con sus fantasmas, pese a que contaba con colegas que confiaban plenamente en sus capacidades. Hace un año se formó como mentora de PROVOCA gracias a una invitación de otra profesora universitaria. «Recuerdo que no me sentía apta para inspirar a nadie, ya que yo luchaba con mis propias inseguridades. Durante el programa aprendí a escuchar y saber cuándo y cómo ayudar con un comentario o un consejo. Recuerdo también que en un ejercicio con mi coach, durante el proceso de formación, me di cuenta que me juzgaba con mayor severidad que mi entorno social y que eso no hacía más que sepultarme. Es muy provechoso identificar nuestras propias metas y las dificultades que nos impiden alcanzarlas, saber administrar el tiempo y procurar una buena calidad de vida». Hoy Catalina es parte de un par de proyectos de investigación Fondecyt para estudiar estrellas masivas en los siguientes 3 a 4 años, además de dictar talleres de física y astronomía para niños del programa Mejor Niñez, ex Sename, de 4 residencias de la Región de Valparaíso. «Quiero sembrar la semilla del amor por la ciencia en las nuevas generaciones y darle la posibilidad de mirar las estrellas por un telescopio a niños y niñas que nunca tuvieron esa oportunidad. Siempre es posible compartir desde la ciencia y aquí el género no marca ninguna diferencia».

En abril se anunciará una nueva convocatoria para participar como mentora o estudiante del programa gratuito PROVOCA de AUI/NRAO Chile. Más información en www.provoca.org.