Mentora de la iniciativa PROVOCA compartió su testimonio como mujer en STEM con más de mil jóvenes en Brasil

  • Tatiana López, mentora del programa PROVOCA y alumna de la carrera de Ingeniería Civil Aeroespacial de la Universidad de Concepción, viajó a Brasil a competir y compartir su testimonio como mujer STEM. Destaca que su inspirador relato cautivó a niñas y mujeres, jurado y competidores de más de 11 países participantes del certamen y generó redes de contacto con estudiantes de muchos países interesados en motivar a sus comunidades estudiantiles en favor de una mayor equidad de género en las ciencias, la informática, la ingeniería y las matemáticas.

Tatuí, Sao Paulo, Brasil, fue el escenario para reunir a miles de estudiantes escolares y universitarios de 11 países en el desafío «Latin American Space Challenge» (LASC), la principal competencia de cohetería y satélites del hemisferio sur, realizada entre los días 24 y 27 de agosto. Tatiana López (24 años), mentora y vocera del programa de mentoría PROVOCA -de AUI/NRAO-, alumna de la carrera de Ingeniería Civil Aeroespacial de la Universidad de Concepción y capitana del Grupo de Interés en Propulsión (GIP) UdeC, compitió y compartió su testimonio como mujer STEM, cautivando a estudiantes, jurado y educadores participantes del encuentro. Pero la historia podría haber sido otra, ya que a diez días de la fecha planificada para viajar, por circunstancias inesperadas, Tatiana y su equipo quedaron sin financiamiento para asistir a la competencia. “Cuando nos enteramos desde PROVOCA, no dudamos en ofrecerle el viaje y alojamiento a Tatiana de manera de asegurar su participación, y que desde ahí pudiera hacer campaña para conseguir los fondos para llevar al mínimo necesario de sus compañeros de equipo a Brasil-”—comenta Paulina Bocaz (líder de la iniciativa PROVOCA).

Con este apoyo en mano, Tatiana ejerció sus habilidades de liderazgo tocando puertas y movilizando redes. Finalmente, con el apoyo de las vicerrectorías de los departamentos de ingeniería electrónica y mecánica de la Universidad de Concepción, más el de PROVOCA, Tatiana logra partir a tiempo a Brasil con 7 miembros más de su equipo. La cantidad mínima necesaria para poder operar el cohete.

Tatiana fue la líder y única mujer del equipo competidor chileno en Brasil. Durante el encuentro realizó dos charlas inspiracionales para compartir su testimonio como mujer en las disciplinas STEM, sigla en inglés asociada a ciencias, informática, ingeniería y matemáticas, y la experiencia como joven mentora del programa PROVOCA, iniciativa que busca promover vocaciones femeninas en estas áreas del conocimiento, con baja participación de mujeres.

En LASC, el equipo chileno puso a prueba su cohete «Campanil» en el proyecto «Odisea a las estrellas». Durante el certamen se planificó el lanzamiento de satélites y cohetes desarrollados por escuelas y universidades, aunque las inclemencias meteorológicas no permitieron el lanzamiento de algunas naves, entre ellos el cohete chileno.

«Lamentablemente no logramos despegar nuestro cohete, no obstante fue una experiencia maravillosa de colaboración con los otros equipos participantes, en las que no observé ningún ánimo de competitividad. Todos nos alentábamos mutuamente. La locación del evento (Cape Canavial, Tatuí) fue elegida por su clima seco, pese a ello fuimos testigos de una tormenta intensa que afectó a lanzaderas e ignitores, impidiendo el lanzamiento de gran parte de las naves. Fue frustrante en cierto sentido ya que trabajamos en este proyecto desde el verano de 2023, pero nos alegró saber que el jurado nos dio bandera verde a nuestro proyecto, tanto en la estructura ingenieril, sistema de recuperación y propelente (mecanismo de combustible del cohete), habilitándonos para un eventual despegue», explica Tatiana.

«PROVOCA se convirtió en una reacción en cadena»

Durante la competencia y liderazgo del equipo, la joven señaló que su experiencia como astronauta análoga en la Misión Asclepios y su formación como mentora en el programa PROVOCA de AUI/NRAO, le permitieron sortear los desafíos de planificar un itinerario de trabajo y la ejecución de un programa exitoso en cuanto a plazos y resultados. El factor climático no fue un aspecto que pudieran controlar, no obstante regresaron a Chile con una sensación de satisfacción.

Tatiana comenta que en las charlas motivacionales que realizó hubo niñas que se emocionaron hasta las lágrimas y que se le acercaron para decirles que ellas también habían vivido una sensación de soledad en sus vocaciones científicas, buscando el apoyo de algún educador y de sus familias. Muchas de ellas hoy son parte de la red de contactos PROVOCA y están interesadas en replicar este tipo de testimonios en sus comunidades escolares, para sensibilizar a alumnas, educadores y familiares.

«En estos días en Brasil, PROVOCA se convirtió en una reacción en cadena. Me pidieron repetir la charla varias veces e incluso a través de videos y en grupos informales. Es increíble ver cómo las niñas y jóvenes, que indudablemente eran minoría en esta competencia, empatizaron con mi experiencia y comprendieron la importancia de generar redes e instancias para abordar la problemática de la equidad de género en STEM», sostiene Tatiana.

Pese a que su proyecto contó con la participación de 26 estudiantes de diversas carreras de la Universidad de Concepción (ingeniería civil aeroespacial, ingeniería civil industrial, ingeniería civil química, ingeniería civil metalúrgica, astronomía y periodismo), solo 8 lograron representarlos en Brasil.

Para la chilena, LASC fue un encuentro sobrecogedor con jóvenes STEM no solo de América Latina, sino también de países como México, Taiwán e India; además de una instancia provechosa para la construcción de lazos de amistad con otras mujeres amantes de la ingeniería y de la astronomía.

 

«Estoy más que convencida de que quiero ser astrónoma»

Paula Sielfeld (18 años) es estudiante de educación media y graduada del programa de mentoría PROVOCA 2022 de AUI/NRAO. Paula completó en julio, gracias al mismo programa, una pasantía escolar de observación de profesionales en las oficinas de Santiago del observatorio ALMA. El job shadowing, como se conoce en inglés esta actividad, es una experiencia de inmersión en el ambiente de trabajo de una o más personas profesionales. De duración variable, la idea principal es ser “la sombra” de estas personas mientras van realizando sus labores diarias.

¿Por qué hacer esta pasantía en un observatorio? Porque desde los 12 años, Paula sueña con ser astrónoma. Fue un tío quien, durante muchas de las vacaciones que pasaron juntos, le despertó el interés por el universo y el deseo de aprender sobre las galaxias. Hoy, cursa cuarto medio y se prepara para rendir la PAES; tras esta experiencia en PROVOCA y en ALMA, confiesa «Estoy más que convencida de que quiero ser astrónoma».

Esta joven es parte de una familia que la apoya incondicionalmente. Desde el 2022 integra el programa de mentoría PROVOCA y forma parte de Tremendas, iniciativas que han logrado confirmar su afán de contribuir al cierre de brechas de la participación femenina en carreras asociadas a ciencias, informática, ingeniería y matemática.

Comenta que sus intereses comenzaron con la física en séptimo básico y ya en tercero medio se enamoró definitivamente de la astronomía. «Gracias a profesores increíbles en ambas asignaturas, poco a poco me involucré en proyectos y experimentos interesantes que fueron configurando mi vocación. Creo que los profesores, así como la familia, tienen una responsabilidad importantísima en la posibilidad de ampliar los intereses vocacionales, especialmente en mujeres. En mi grupo de física, sé que somos en el que más mujeres han participado en mi colegio, no obstante, aún se mantiene una amplia mayoría masculina. ¡Es histórico y siento que estamos haciendo un cambio!»

Precisamente su profesora de física, quien es astrónoma, fue quien supo del programa PROVOCA y la motivó a postular. «Ha sido una gran posibilidad no solo para conocer a otras mujeres como yo, que tienen la misma sensibilidad con esta área del conocimiento, sino también porque ahí aprendí otro tipo de herramientas para comunicarme de forma efectiva y desenvolverme mejor en una entrevista de trabajo».

Paulina Bocaz (líder de PROVOCA) junto a Elizabeth Humphreys (jefa del departamento de operaciones científicas de ALMA) habían discutido ya de la posibilidad de abrir una de estas oportunidades de job shadowing para estudiantes PROVOCA, pero aún no se había dado la oportunidad.

Cuando Paula plantea a una de sus mentoras PROVOCA, Andrea Araya, quien se desempeña en ALMA, su necesidad de cumplir para el colegio con una práctica de seguimiento a una astrónoma, Andrea activa la red PROVOCA y pide apoyo a nombre de su estudiante.

«Fui mentora de Paula durante el 2022 y cuando supe de sus ganas de conocer el trabajo que se hace en esa área de la ciencia, me hizo sentido ayudarla a profundizar esa mentoría y llevarla más lejos. El modelo de rol no puede quedar en pequeñas acciones, por eso me pareció que ésta era una hermosa oportunidad para que Paula conociera a mujeres poderosas ocupando espacios de carreras masculinizadas, que viera que esas mujeres tienen un nombre, una identidad y que puede reflejar su futuro en ellas», precisa Andrea.

Impulsado por esta solicitud y bajo el nombre “PROVOCA interés STEM” se organiza el primer job shadowing de PROVOCA, en colaboración con el observatorio ALMA. Durante una semana, por seis horas cada día, Paula conocería y participaría de las actividades y reuniones de trabajo de las mentoras y voluntarias de PROVOCA en ALMA.

Elizabeth Humpreys comenta: «Paulina Bocaz me llamó un día para preguntar si sería posible que el departamento de operaciones científicas del observatorio ALMA recibiera a una estudiante PROVOCA de enseñanza media. Paula vendría para realizar una experiencia de seguimiento con algunas de nuestras mujeres profesionales, a modo de práctica escolar y como parte de la iniciativa PROVOCA. Me pareció una fantástica idea y creo que acepté inmediatamente.”

De las profesionales de nuestro departamento todas, salvo una que estaba de vacaciones, quisieron participar, por lo que decidimos que Paula, fuera la “sombra” de una astrónoma distinta cada día por una semana. De esta manera se facilitaba que ella pudiera participar de las variadas actividades que se hacen a diario y tuviera también la oportunidad de realizar una pasada por la sala de control de ALMA en Santiago, pudiendo incluso realizar algunas observaciones astronómicas.

Mujeres profesionales de las áreas de computación y software también quisieron participar y pasaron tiempo con Paula. El equipo PROVOCA organizó un momento de convivencia entre todas las participantes en un rico almuerzo y diseñó el módulo de evaluación y reporte de la experiencia para que Paula consignara sus aprendizajes y se pudiera medir el impacto de la experiencia en ella.

Las astrónomas Chin-Shin Chang, Laura Gómez, Priscilla Nowajeswski, Celia Verdugo y Liza Videla participaron, así como también lo hicieron Victoria Reyes, Soledad Fuica, Camila Martínez y Fabiola Norambuena del área de computación. “Todas estuvimos muy contentas con la visita de Paula, ella se adaptó al ritmo rápidamente, compartió en los almuerzos diarios con el staff de ALMA e hizo preguntas en la sala de control y las reuniones a las que asistió.”

“Creo que Paula vio que hay muchas reuniones en ALMA, pero espero también que haya visto la variedad de cosas que los astrónomos y astrónomas que trabajan en ALMA realizan, y que haya disfrutado de hacer observaciones astronómicas. Esperamos a futuro ver a Paula convertirse en astrónoma también.»

Paula es una joven llena de sueños y con intereses muy parecidos a las chicas de su edad.  «Como cualquiera estoy nerviosa, ya que la carrera de astronomía exige un puntaje bastante alto e imagino que sus asignaturas serán difíciles, pero ese temor no me paraliza. Confío en que la clave está en organizar los tiempos y combinar las actividades académicas con la vida en todas sus expresiones. A futuro, me imagino viajando y haciendo mi trabajo en distintos lugares, escapando de trabajos rutinarios encerrada en una oficina, conociendo a gente sorprendente y maravillándome con todo lo que suceda en el universo. ¡¿Qué mejor proyecto de vida que ese?!», comenta Paula con una gran sonrisa en su cara.