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Roxana Trujillo Guiñez

Roxana Trujillo Guiñez

Ingeniera Geoespacial – Candidata a Doctora en Ingeniería Informática

Ocupación: Ingeniera de Proyectos Geoespaciales CMM Universidad de Chile – Docente Teledetección Universidad Técnica Federico Santa María y Especialista Geoespacial en Linkapsis y Cinnda. Directora General y fundadora de CETYE.
Región: Metropolitana de Santiago
Pasatiempos: artes marciales, conciertos y tocatas de rock y metal, cine de terror y ciencia ficción, ir a torneos de ajedrez.

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Mi perfil

Roxana estudió en una escuela pública y una subvencionada, y asegura que siempre tuvo muy buenas notas, premiada como mejor promedio año tras año, aunque confiesa que el descubrimiento de su vocación por las ciencias y la tecnología fue algo que desarrolló sola, gracias a su marcada curiosidad y amor por los números y la computación recién emergente. Señala que no contó con referentes directos a seguir en su familia o entorno social.

“En mi familia no habían profesionales. Mi papá trabajaba dejando mercadería en su furgón y mi mamá era ama de casas, sin embargo gracias a ellos estoy donde me encuentro, ya que siempre me apoyaron y creyeron en mí, juntando peso a peso para que pudiese estudiar y tener un computador en mi primer año de ingeniería. Nunca olvidaré a mi papá abriendo su cajón para sacar sus ahorros de años, para que yo pudiese tener un pc para la carrera de informática que había escogido. Sin duda fue un momento decisivo en mi trayectoria”, relata emocionada.

Con los años, se convirtió en una de las profesionales en el área geoespacial mas reconocidas en el país. Le encantaba estudiar y siguió cursando posgrados solo por el motivo de aprender cosas nuevas. Se desempeñó como docente universitaria y asesoró a muchas empresas en el área geoespacial y satelital, hasta convertirse hoy en un referente nacional y orgullosa mujer en el área STEM.

Se define como una persona muy responsable y estudiosa, con una tremenda facilidad para la enseñanza de conceptos complejos de una manera sencilla. Generalmente asume la coordinación de proyectos o de grupos técnicos de trabajo, y le gusta el cumplimiento y la organización dentro de las tareas asignadas. “Soy muy fan del trabajo en equipo, y si bien todos creen que soy una persona muy extrovertida, la verdad es que muchas veces prefiero los momentos tranquilos. Por otro lado, me considero una persona exigente y resiliente, no soy muy sentimental ni muy sensible, pero me gusta mucho escuchar y apoyar a los demás, aconsejar de manera positiva es una de mis grandes cualidades”, agrega.

Como pasatiempos, le encantan las artes marciales y de hecho, entrenó varios años karate y espera retomar este año. También disfruta la música, el rock clásico y el metal, y aprendió a tocar guitarra clásica y eléctrica, llegando incluso a tocar en bandas como guitarrista. “Era increíble ver las caras del público cuando veían a una mujer tocando guitarra en una banda de metal, algo casi imposible para esos años”, comenta entre risas. Por otro lado, le encanta el cine de terror y ciencia ficción, y además es amante del ajedrez, no tanto porque juegue, sino porque su hijo de 15 años encontró su pasión en este deporte ciencia y ella lo acompaña fielmente a distintos torneos en todo Chile.

Lo que más despierta su interés es el trabajo con datos satelitales en conjunto con la automatización de algoritmos. “Me motiva esta área porque es super dinámica y no tan conocida, por lo tanto hay muchísimo por explorar. Dentro de este contexto, si bien empecé como ingeniera en teledetección y procesamiento de imágenes satelitales, con el tiempo me empecé a interesar en áreas como geofísica e informática aplicada, las cuales son líneas de trabajo que se integran al análisis de imágenes y datos geoespaciales, entonces decidí aprender más formalmente de esto con un magister en geofísica y un doctorado en informática, siempre aplicando el uso de imágenes satelitales”.

Con el paso del tiempo, Roxana se dio cuenta de que son muy pocos los que conocen esta área, razón que la motivó a la enseñanza de esta disciplina. Con ese mismo propósito, el año pasado decidió crear su propia empresa -CETYE (Centro de Estudios de la Tierra y el Espacio)- especializada en la enseñanza, en el desarrollo de capacitaciones y cursos dentro del sector geoespacial y ciencia de datos.

Su interés por la mentoría responde a que reconoce en su historia de vida, detalles que pueden conectar e inspirar a muchas niñas que también son las primeras profesionales de la familia. Como profesora universitaria, Roxana suele ser invitada a dar charlas STEM a grupos de mujeres Ingenieras en distintas casas de estudio, lo que la llena de orgullo y la anima a perseverar en esta misión. “Siento como un deber el apoyar, enseñar, entusiasmar y guiar a que otras generaciones puedan tomar la antorcha que llevamos encendida y seguir adelante abriendo el camino futuro a muchas más mujeres en el área STEM. Mi sueño es ser reconocida como la impulsora de la enseñanza geoespacial en Chile y que mi Centro de Estudios de la Tierra y el Espacio llegue a ser una Institución de clase mundial”, añade.

Como madre, Roxana también ha debido sobrellevar una enfermedad crónica renal que afecta a su hijo, y que la que me llevó a esforzarse doblemente en este camino de aprendizaje y formación. “Algunos periodos tuve que estar realizando diálisis en mi casa, yo misma me capacité para realizársela. Todos los días, durante 12 horas, lo conectaba a una máquina, y dentro de todo este contexto estuve también respondiendo en el doctorado y en el trabajo. No fue fácil, pero aprendí a organizarme muy bien en todas mis tareas y labores para cumplir siempre, y creo que logré un equilibrio difícil de obtener. Aprendí la capacidad de ser resiliente y siempre positiva.  La vida no es fácil y siempre hay dificultades, sobre todo en nuestro rol de mujeres STEM, así que mi mensaje es simplemente que no deben rendirse nunca, hay que aprender a salir adelante haciendo frente a las adversidades y confiar en que siempre habrá una salida a los problemas.”, finaliza.