María José Rain Sepúlveda
Astrónoma
| Ocupación: | Investigadora Postdoctoral independiente en Observatorio Europeo Austral (ESO) |
|---|---|
| Región: | Metropolitana de Santiago |
| Pasatiempos: | Correr maratones, bordar, tomar café. |
| Linkedin: | https://www.linkedin.com/in/astro-marrain |
| Proyectos: |
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Mi perfil
Originaria de un pequeño pueblo en el sur de Chile donde estudiar ciencias no es una decisión convencional, y miembro de una familia sin estudios superiores, María José creció sin modelos a seguir en el campo de las STEM. Pese a ello, siempre fue consciente de su talento gracias al apoyo incondicional de sus padres, quienes desde muy temprana edad fomentaron su desarrollo y establecieron una rutina diaria de estudios para ella y su hermana melliza.
«En mi caso, esa rutina rápidamente se convirtió en un hábito y ese hábito en una pasión. Siempre mantuve un historial académico sobresaliente, ganando premios y participando en competencias de matemáticas, idiomas y lectura», destaca la mentora.
A medida que crecía, hubo varias señales que le indicaron que su vocación se encontraba en las STEM, manteniendo una sólida preferencia por las clases de ciencias y matemáticas, y cultivando su interés por comprender los desastres naturales y la formación del sistema solar, o el simple hecho de disfrutar resolver los problemas de física y las conversiones de unidades, así como también el deseo de entender por qué el cielo es azul y las hojas verdes.
A pesar de las expectativas familiares de estudiar medicina, optó por la astronomía, una carrera que según su entorno era «muy poco convencional y masculina». A través de desafíos y becas, obtuvo una licenciatura y un magíster, meses después realizó un doctorado en Italia. Cuenta que a pesar del reto que significó vivir en otros país sin conocer el idioma, siempre tuvo la certeza de que perseguía su sueño. «Mi viaje me llevó a la Universidad de Padova, donde Galileo Galilei había enseñado. Un año antes de terminar el doctorado, postulé y conseguí mi primer trabajo en el Observatorio Europeo Austral (ESO). Ahora paso la mitad de mi tiempo observando el universo para científicos de todo el mundo y la otra mitad dedicándome a mi propia investigación», puntualiza.
Se define como una persona activa y responsable, muy proactiva, inteligente, paciente, empática, observadora y con características de líder. Disfruta de estar involucrada en diversas actividades y proyectos y se esfuerza por cumplir de manera confiable y puntual. Aprende rápidamente e intenta adaptarse a nuevas situaciones. En este sentido añade: «Pienso que el ser humano es inherentemente imperfecto y que el crecimiento personal y el aprendizaje continuo son procesos interminables. A pesar de que el síndrome del impostor me pega fuerte de vez en cuando, me esfuerzo por influir de manera positiva en las personas que trabajan y se relacionan conmigo».
En su tiempo libre disfruta realizar actividades al aire libre, como correr, ya sea en la montaña o en la ciudad. Si no está corriendo maratones, disfruta mucho compartir con sus amigos y familiares, o el simple hecho de estar en casa bordando o leyendo. También disfruta mucho del teatro y la música, del café y experimentar nuevas recetas en la cocina.
Su vocación y su pasión es la astronomía. Asegura que allí encuentra una profunda inspiración en explorar los misterios del universo. Esta fascinación va más allá de la mera curiosidad; constituye un viaje de autodescubrimiento, asombro y humildad. En su opinión, el impacto de la astronomía en la ciencia es innegable, desde la física y la química hasta la biología y la geología, influyendo en numerosas disciplinas. Agrega que: «Explorar el Cosmos también me inspira a través de su capacidad para unir a las personas. La exploración del espacio es un esfuerzo global que trasciende fronteras y culturas, y este es uno de los aspectos que más amo de mi trabajo».
Su interés en PROVOCA nace de la motivación por contribuir en la promoción de mujeres en STEM, comprendiendo de manera vívida las dificultades y los obstáculos que pueden surgir en este campo. «Mi propia experiencia me ha mostrado que, a pesar de tener el talento y la pasión por STEM, a menudo las mujeres se enfrentan a estereotipos de género, prejuicios y falta de representación en roles clave. Es hora de cambiar esta realidad y garantizar que las mujeres jóvenes no encuentren barreras basadas en su género, sino que se les animen a perseguir sus sueños en igualdad de condiciones», sostiene.
Su compromiso es abogar por la igualdad de oportunidades en STEM, inspirar y guiar en lo posible a las mujeres jóvenes, y trabajar para crear un ambiente más inclusivo y diverso en esta área. Su aspiración en algunos años es poder reflexionar, mirar al pasado y experimentar la satisfacción de haber aportado de alguna manera al fomento de la inclusión de mujeres, diversidades y minorías en el campo de STEM. Así como también al avance de la ciencia y la tecnología.