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Magdalena Osorio Aliaga

Magdalena Osorio Aliaga

Bioquímica, Dra.(c) Ciencias mención en Microbiología

Ocupación: Investigadora Doctoral del Instituto Milenio BASE
Región: Magallanes y de la Antártica Chilena
Pasatiempos: Fotografiar y encantarme con la naturaleza, disfrutar de la música y leer.
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/magdalena-osorio-aliaga-20297377?utm_source=share&utm_campaign=share_via&utm_content=profile&utm_medium=ios_app

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Mi perfil

Magdalena es la hermana mayor de tres hermanos. Su infancia se desarrolló en una hermosa zona rural de la comuna de Las Cabras en la Región de O’Higgins, donde la naturaleza era su mejor amiga y su casa de adobe, su castillo de aventuras.

Asegura que creció en un hogar que cultivó el amor por la lectura y la libertad de explorar el entorno. «Al ser la pequeña de la casa durante siete años antes de que nacieran mis hermanos,  tuve la oportunidad de sumergirme en un mundo de imaginación, donde cada día era una nueva aventura. En un día era una exploradora marina, luego una astronauta o una paleontóloga, y también una médica, cantante y bailarina. ¡Cada día era una nueva hazaña!», recuerda Magdalena.

En sus primeros años vivió lejos de otros niños y niñas, por lo que se entretenía a solas con ayuda de su imaginación. Más tarde, en la escuela, descubrió un mundo nuevo de juegos con otras niñas y niños. Comenta que a pesar de ser un poco tímida, le encantaba compartir. Así, el colegio se convirtió en su segundo hogar, y fue donde su pasión por el aprendizaje floreció. Siempre estaba ansiosa por aprender y descubrir cosas nuevas, y eso la llevó a una creciente fascinación por la ciencia.

Recuerda que uno de los momentos más emocionantes de su vida fue integrarse en séptimo básico en un taller científico, dirigido por uno de sus profesores. «Allí, la curiosidad era nuestra brújula, y con recursos modestos, sembrábamos semillas, reciclábamos papel y elaborábamos hornos solares. Ese taller fue mi primera inmersión en el mundo de la ciencia, y marcó el inicio de mi apasionado romance con ella», sostiene.

A pesar de la falta de modelos a seguir en STEM en ese momento, una de sus tías, que por cierto fue la primera de la familia en asistir a la universidad, la motivó a seguir sus pasos. Asimismo, sus padres siempre la alentaron a perseguir la educación y el conocimiento, apoyándola en cada paso hasta el día de hoy. Además, sus profesores de básica y enseñanza media siempre le dijeron que tenía lo necesario para llegar a la universidad, lo que fue muy importante como niña de una zona rural de Chile, dado que contó con un entorno que siempre me estimuló hacia una constante búsqueda del conocimiento.

De los aspectos de su personalidad, destaca la responsabilidad y la perseverancia como pilares fundamentales del trabajo. También reconoce su permanente pasión y curiosidad para abordar problemas y explorar soluciones creativas.

Aunque se define como introvertida, rescata su aporte en grupos de trabajo con una voz tranquila y reflexiva, además de fomentar la colaboración y hacer que todos se sientan valorados y comprometidos en sus procesos.

«La lealtad, responsabilidad, respeto y empatía son fundamentales para mí. Los llevo en el corazón y los aplico en todo lo que hago. Mi habilidad de comunicar me ha permitido forjar colaboraciones y apoyo en diversos proyectos, como movilizar a personas a participar de actividades en el ámbito de la divulgación», agrega.

Añade que si bien a veces experimenta ansiedad y dispersión, ha aprendido a gestionar esas emociones en beneficio de su salud mental. En este sentido, ha incorporado herramientas que le ayudan a mantenerse enfocada y organizada en sus proyectos, sin perder la calma y la concentración.

Entre sus intereses, disfruta de una variedad de actividades que enriquecen su vida de diferentes maneras, y que de paso le permiten encontrar equilibrio e inspiración. La música es una pasión que nunca ha abandonado desde los tiempos en que tocaba violonchelo y pese a que ya no lo ejecuta, la música sigue siendo una parte importante de su vida. Le encanta asistir a conciertos en vivo, especialmente de jazz, aunque su gusto musical es diverso y siempre está dispuesta a descubrir nuevos géneros.

La lectura es otra de sus grandes pasiones. A pesar de las exigencias de su trabajo, siempre encuentra tiempo para avanzar en sus lecturas, así como destinar tiempo a disfrutar de la naturaleza, ya sea acampando, explorando o complementando estas actividades con la fotografía de paisajes. En los días de invierno en Punta Arenas, aprovecha al máximo la oportunidad de disfrutar de la nieve, convirtiéndose en su estación favorita del año.

La vocación de Magdalena es la microbiología y la investigación antártica, un interés que comenzó en la Base Yelcho del Instituto Antártico Chileno (INACH), en plena península Antártica. Cuenta que fue un momento que marcó su vida y la hizo caer rendida ante la majestuosidad de este continente congelado. «Allí experimenté la grandeza de un territorio enigmático que susurra secretos de millones de años en cada ráfaga de viento. En ese instante supe que quería dedicarme a desentrañar sus secretos», agrega.

Actualmente es candidata a doctora en ciencia con mención en microbiología. Cuenta que su pasión radica en explorar los ecosistemas marinos de las regiones antárticas y subantárticas desde la perspectiva microbiológica. A pesar de que los microorganismos son poco percibidos, son esenciales para todo tipo de ecosistemas, explica nuestra mentora. Su investigación busca contribuir a la toma de decisiones para preservar estos ecosistemas únicos, en el contexto actual del cambio climático y sus proyecciones poco alentadoras.

A futuro, se proyecta especializándose en la microbiología marina y ecología microbiana, e  incluso realizar un postdoctorado para profundizar en estos fascinantes campos. Sin embargo, no quiere que sus descubrimientos queden atrapados en el laboratorio. «Mi misión es compartir la importancia de estos ecosistemas con la comunidad a través de la divulgación. Quiero inspirar a otros a unirse en la causa de la preservación y el cuidado de estos entornos, así como apoyar a futuras generaciones en el apasionante mundo de las STEM», sostiene Magdalena.

Ser parte de PROVOCA responde a un profundo deseo de ser el tipo de mentora y referente que le hubiera gustado tener en su propia carrera científica. «Durante mi trayectoria, he sentido la falta de modelos de rol femeninos y una comunidad de apoyo que me orientara en momentos de duda. PROVOCA ofrece una valiosa oportunidad para visibilizar modelos inspiradores y crear una comunidad donde las inseguridades comunes en STEM se comparten y se abordan de forma colectiva. Estoy convencida de que este programa me ha brindado habilidades de mentoría y una red de apoyo, además de enriquecerme a través de los talleres y la interacción con colegas comprometidas para derribar las barreras en el mundo STEM», señala.

Sueña con un futuro STEM donde las condiciones laborales sean justas, la igualdad de género sea la norma y la perspectiva de género enriquezca la ciencia. Quiere que las nuevas generaciones desarrollen sus talentos en un ambiente seguro y vivan su pasión en libertad.

Conoce su proyecto de titulación PROVOCA en: https://www.instagram.com/steminspiran?igsh=NGZiZDg1YXJnbmcy