

Julia Wiener
Ingeniera Industrial
Ocupación: | Académica Docente e Investigadora Universidad de Valparaíso |
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Región: | Valparaíso |
Pasatiempos: | Leer ficción, trotar, hacer trekking, salidas culturales y al aire libre |
Linkedin: | https://www.linkedin.com/in/mjuliawiener/ |
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Mi perfil
Julia nació en Neuquén, Argentina. Criada en un barrio de calles de tierra y sitios eriazos, recuerda que en sus tardes de juego disfrutaba de aventuras al aire libre junto a sus hermanos varones y amigos, o bien jugando a ser profesora de sus hermanas. Comenta que el género no fue un «asunto» jamás en su familia y las STEM eran temas de sobremesa. «Mi abuelo paterno fue un intelectual e ingeniero sin título. Mi papá, ingeniero industrial mecánico, trabajó en metalurgia y luego en industria de gas y petróleo, especialmente en el área medioambiental. Cuando yo tenía 10 años, me regaló el libro “50 cosas que los niños pueden hacer para cambiar el mundo”, con el que comenzó mi motivación por la ecología».
Siempre fue muy buena alumna, disfrutaba de la lectura y el estudio, y le encantaba ir a la escuela. Su camino por las STEM fue fluyendo con naturalidad. Participó de las olimpiadas de matemáticas y ganó el premio al mejor promedio del curso. «Todo me interesaba, no sabía qué estudiar. Ingeniería ambiental solo se daba en el otro extremo del país, así que mi papá me convenció que la ingeniería industrial me daría la base y luego me abriría un abanico de posibilidades. Empecé mi formación ambiental en la universidad, trabajando para una unidad de investigación aplicada. Luego las ganas de perfeccionarme me llevaron a buscar el Master -y pensé; por qué no el doctorado también- en la Universidad de Purdue en USA. Para financiar mis estudios, trabajé más de 3 años en el primer programa de mujeres en ingeniería de todo Estados Unidos, coordinando actividades de extensión para niños y adolescentes».
De sus fortalezas, rescata ser una persona responsable y comprometida. Le gusta dedicarle tiempo de calidad a sus proyectos y hacerlos bien, aunque a veces cae en el perfeccionismo. «Con el tiempo he aprendido a relajarme un poco al respecto y balancear las expectativas de resultado con la disponibilidad de tiempo y recursos para lograrlo. Soy una persona curiosa y por lo tanto participativa, siempre levanto la mano y tengo preguntas para hacer. Esto también es algo que desarrollé con el tiempo, ya que de niña o joven no tenía la suficiente confianza en mis conocimientos o capacidad, y me daba mucha vergüenza exponerme y hacer el ridículo. Mis proyectos, personales o profesionales, siempre tienen que ver con temas ambientales pero de impacto social», sostiene.
Su tiempo lo distribuye alimentando sus intereses. Desde que aprendió a leer de manera autodidacta a los 5 años, la ficción es su literatura favorita. Ha disfrutado cuentos y novelas de diversos autores, agotado las bibliotecas que se han cruzado en su camino. A la hora de dar lactancia o poner a dormir a sus hijos, la Kindle con luz propia ha sido su gran aliada. Y cuando una novela la atrapa, es capaz incluso de renunciar a sus horas de sueño. A lo largo de su vida, Julia ha estudiado música y cantado en coros, y disfruta asistir a espectáculos culturales y conciertos. Si bien los deportes no fueron lo suyo, siempre disfruta de un buen trekking de montaña, usar la bici como medio de transporte, o hacer pilates-mat.
En cuanto a su vocación, si bien la ingeniería industrial es una carrera que le llena, su inspiración inicial fue lo socio-ambiental, trabajando en la gestión de residuos sólidos urbanos desde muy joven. Más tarde, gracias a su doctorado, estudió gestión de recursos hídricos, con foco en reúso de aguas tratadas. «Con la sostenibilidad y el cambio climático como temas transversales, me moviliza estudiar sobre un uso racional y eficiente de los recursos, finitos, que tenemos en el planeta, tratando de reducir nuestras huellas. Actualmente estoy desarrollando proyectos de investigación en los dos temas. Incluso más fuerte que la investigación, reconociendo una vocación docente que he tratado de ejercitar a lo largo de mi recorrido académico. Hoy, como profesora universitaria, es un logro y ratificación de esa búsqueda. Estoy feliz de volver al aula y poder ser parte de la formación de mis alumnos. En ese contexto, también me moviliza apoyar y acompañar especialmente a las estudiantes mujeres, y me uní este año al Eje 7 (Participación y Liderazgo Femenino) del proyecto ING2030 de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Valparaíso, para aportar con mis experiencias en fortalecer los programas de apoyo a la captación, retención y titulación de futuras ingenieras», explica Julia.
Su recorrido la ha convertido en una profesional STEM más consciente de las barreras que enfrentan las mujeres en estas disciplinas, la importancia de cambiar formas y costumbres, y la capacidad de la mentoría como herramienta de acompañamiento y sostén para promover el éxito femenino. «Si bien ya he tenido experiencias de mentoría, espero que PROVOCA fortalezca mi formación como mentora y así seguir colaborando con grupos de mujeres con las que comparto el mismo objetivo de seguir derribando estos obstáculos. Me gusta pensar, así como lo entendí a mis 10 años, que hay maneras pequeñas en las que puedo aportar para cambiar el mundo y hacerlo mejor», concluye.