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Daniela Rocío Silva Lara

Daniela Rocío Silva Lara

Licenciada en Biología Marina, Magíster en Ciencias Microbiológicas

Ocupación: Emprendedora en TeExplicoFacil y Textilica
Región: Metropolitana de Santiago
Pasatiempos: Lectura, tango, flamenco y viajar

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Mi perfil

Daniela vivió en Santiago hasta terminar el colegio. Es la mayor de dos hermanos y su núcleo familiar pese a ser pequeño, le apoyó siempre incondicionalmente. Desde niña tuvo claro que la biología marina era lo suyo. Descubrió la carrera siendo muy pequeña, viendo documentales de National Geographic. Le parecía genial que mezclara tantas ciencias, como la biología, física y química, la oceanografía, la ecología y la geología, entre muchas otras, y que no sólo le permitiera explorar y comprender los océanos, sino también protegerlos, innovar y contribuir al conocimiento científico.

Estudió Biología Marina en la Universidad de Valparaíso. En el trayecto, se enamoró de la Microbiología y tuvo como mentora a su directora de tesis del pregrado, Verónica Molina, responsable del Observatorio de Ecología Microbiana de la Facultad de Ciencias exactas de la Universidad de Playa Ancha. «Gracias a ella descubrí que no sólo quería dedicarme a la investigación, sino también a la docencia. Así que empecé a perfeccionarme. Hice un postgrado -Magister en Ciencias Microbiológicas en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso- y con ello me abrí camino en la microbiología marina, profundizando en el estudio de patógenos de peces”.

Debido a la pandemia, regresó a vivir a Santiago. Dejó atrás su trabajo y los proyectos para empezar nuevos desafíos. A su parecer, ha sido un cambio difícil, pero lleno de oportunidades y retos interesantes.

En cuanto a su personalidad, se define como una persona paciente, perseverante y con cierta facilidad para ayudar, enseñar y compartir conocimientos. «Supongo que por eso me siento tan cómoda con la docencia y con la investigación. Me gusta aportar a los equipos en los que trabajo en todo lo que pueda y aprender todo cuanto me sea posible de quienes me rodean», añade.

A modo de pasatiempos, Daniela desde joven estuvo en un grupo de flamenco en el colegio y asegura que de no ser científica, sin duda se hubiera dedicado feliz a dicho baile. Actualmente está alejada de las tablas, pero se confiesa fanática del tango. También le gusta viajar para conocer nuevos lugares y culturas y siempre estudia bastante los lugares que visitará para sacarle el máximo provecho posible al viaje.

Su desarrollo vocacional se centró principalmente en dos líneas investigativas dentro del marco de la combinación de la biología marina y la microbiología, profundizando en el estudio de comunidades microbianas bentónicas relacionadas con el ciclo del nitrógeno. «La estructura, composición y distribución de las comunidades microbianas y su interacción con el ambiente, me parecen un mundo fascinante», explica.

Su segunda línea de investigación es sobre genes asociados al sistema de secreción tipo IV en Piscirickettsia salmonis. Desde ahí, busca contribuir al mejoramiento de vacunas para salmones, que aseguren un consumo más seguro y un menor impacto en el ambiente.

A pesar de que gran parte de su formación se asocia a la investigación teórica, lo que verdaderamente la inspira es la investigación aplicada. Es decir, utilizar ese conocimiento para generar un producto o servicio, con el fin de favorecer a las personas y/o al medio ambiente. Por ello, está preparándose para postular al Doctorado en Biotecnología.

Actualmente, realiza un Diplomado en Docencia en educación superior en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Paralelamente, ha comenzado proyectos personales y uno de ellos se relaciona con la docencia de jóvenes en el área de las ciencias.

En cuanto a la trayectoria que la acercó al programa PROVOCA, señala que siempre ha tenido inquietud por la problemática de género en el ingreso y desarrollo de las mujeres en carreras STEM. «Como docente, hace un tiempo noté que las alumnas eran mucho más inseguras que sus compañeros hombres respecto a sus conocimientos. Ellas parecían tener un sentimiento de no merecer estar en ese lugar, porque muchas de ellas habían escuchado en sus casas o colegios que la ciencia es para hombres, e inconscientemente estaban todo el tiempo intentando demostrar que eran igual de valiosas que los hombres, proyectando esta actitud incluso hasta a la vida laboral», sostiene Daniela.

En este sentido, está segura de que muchos colegios no fomentan la participación de las niñas en carreras STEM. «Todos tenemos claro quiénes fueron o en qué contribuyeron a la ciencia, científicos como Charles Darwin, Isaac Newton, Albert Einstein, pero no sabemos mucho sobre Rosalind Frankin, Marie Curie o Nettie Stevens, por ejemplo. Es por esto, que me parece de suma importancia promover modelos o historias de científicas con quiénes las nuevas generaciones puedan sentirse identificadas y que sepan que no están solas en este loco y hermoso camino de la ciencia. Esto último fue lo que me acercó a PROVOCA», señala nuestra mentora.

Daniela sueña como mujer STEM; ver a más niñas, jóvenes y mujeres adultas atreviéndose a seguir sus vocaciones científicas. Por eso, agradece poder acompañarlas en ese proceso, a través de esta maravillosa iniciativa.

Conoce su proyecto de titulación PROVOCA:  https://www.youtube.com/@STEMigrantes