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Alejandra Isamit Faure

Alejandra Isamit Faure

Ingeniera civil mención Hidráulica, Sanitaria y Ambiental

Ocupación: Ingeniera de proyectos, hidrología y gestión de aguas en ERIDANUS.
Región: Metropolitana de Santiago
Pasatiempos: Danza, pilates, entrenamiento de flexibilidad, andar en bicicleta, caminar, viajar, disfrutar de la naturaleza y de las artes.
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/alejandra-isamit-faure/

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Mi perfil

Alejandra vivió su infancia en Maipú, junto a sus padres y hermanos. Tiene recuerdos de ser muy curiosa y participativa en todo tipo de actividades extraprogramáticas, así como una alumna de excelencia y siempre desempeñando algún rol de liderazgo, ya sea como delegada de curso o ya mayor en el centro de estudiantes.

Comenta que en su adolescencia se cambió a un colegio municipal “emblemático” de niñas, lo que significó un desafío intelectual pero al mismo tiempo; una oportunidad de conocer mujeres y niñas maravillosas y muy inteligentes, tanto profesoras como compañeras.  «Muchas venían de diversas comunas de la región Metropolitana, lo que me permitió valorar la diversidad y el esfuerzo personal y familiar, de muchas niñas como yo», añade.

Su primer acercamiento con las STEM fue gracias a su padre, ya que él estudió ingeniería civil eléctrica y en su etapa escolar, Alejandra siempre tuvo su apoyo para estudiar matemática, física y química; y junto a sus hermanos, les infundió el interés por la tecnología. Asimismo, su madre le inculcó que tanto hombres como mujeres, pueden alcanzar sus metas si se lo proponen y trabajan para cumplirlas. «Siempre tuve claro que las capacidades no dependen de nuestro género», agrega.

Ya en su etapa universitaria, y gracias a su activa participación en diversas organizaciones, obtuvo la Beca SUSI para líderes estudiantiles, gracias a la cual durante 5 semanas estudió y recorrió Estados Unidos, aprendiendo sobre políticas públicas, relaciones internacionales y habilidades de liderazgo.

«Como profesional, me especialicé en el área de la hidrología, que es la ciencia de la tierra que estudia del ciclo del agua, y el área de gestión ambiental, en la que he tenido la oportunidad de trabajar con comunidades rurales e indígenas y en equipos multidisciplinarios para el cuidado del agua», sostiene.

Alejandra se considera una mujer curiosa y valiente, con ganas de seguir aprendiendo y asumir nuevos desafíos. Si bien es muy sociable, también disfruta de experiencias en soledad. «Disfruto de la discusión y la reflexión, aunque en general me considero muy práctica y resolutiva. Me siento cómoda en posiciones de liderazgo y procuro mantener el equilibrio y el bienestar en los equipos en los que me desenvuelvo», aclara.

Desde muy joven ha participado en agrupaciones artísticas, políticas y sociales. De hecho, desde sus 9 años practica danza, una forma de expresión que según sus palabras; » (…) me ayuda a liberar tensiones, conocer personas y es la mezcla perfecta entre deporte y arte. En el colegio empecé con danza moderna, jazz dance y contemporánea, para más tarde explorar danzas afrolatinas, participando en comparsas y agrupaciones, con despliegues en pasacalles y teatros».

Su vocación y camino en las STEM lo descubrió muy joven, confirmando su convicción de trabajar con la naturaleza, razón por la cual pensó en estudiar geología o geofísica, hasta que descubrió que dentro de la ingeniería civil había una mención relacionada con el agua y medioambiente. “Cuando tomé el ramo de hidrología me encantó y luego tomé todos los electivos relacionados que pude, hice mis prácticas y memoria de título en este tema. Por las vueltas de la vida, mi primer trabajo como ingeniera tenía poco de hidrología y descubrí el área de gestión ambiental, donde trabajé como asesora de distintas comunidades, experiencia que me ayudó a comprender los conflictos socioambientales, y también participé en estudios públicos en torno a la gestión del agua en grandes cuencas, en los que el equipo de trabajo abarcaba desde disciplinas STEM, hasta economía y ciencias sociales, además de ganar mucha experiencia en trabajos de terreno en lugares como el Salar de Atacama y Rapa Nui. Luego, tuve la oportunidad de trabajar en hidrogeología, aprendiendo sobre el aspecto privado de la gestión ambiental relacionada con el impacto de distintos proyectos”, explica.

Actualmente, trabaja como Ingeniera de proyectos en una empresa de ingeniería y consultoría en recursos hídricos, específicamente en estudios de hidrología y cambio climático. En un futuro le gustaría complementar su experiencia en proyectos públicos, privados y comunitarios, con estudios relacionados con la gestión integrada de recursos hídricos, gestión de desastres socionaturales y soluciones basadas en la naturaleza.

«Lo que me motivó a participar de PROVOCA fue el poder acompañar a niñas y jóvenes en su exploración de las disciplinas STEM, ya que durante mis años de estudiante y en mis primeros años como profesional, he sentido que me hubiera gustado tener alguna mentora. Tanto en la universidad como en el trabajo ha habido momentos difíciles siendo mujer y siempre el mejor apoyo y consuelo ha sido hablarlo con otras mujeres, por lo que poder compartir mi experiencia para quizás ayudar a que otras lo pasen mejor en este camino, me parece una tarea muy bella. Considero que el programa de formación como mentora es muy completo y es una gran herramienta para poder apoyar a otras niñas y jóvenes de forma responsable».

Cuando se proyecta a futuro, Alejandra señala: “Mi sueño en STEM es poder aportar en los cambios necesarios que como humanidad debemos hacer en nuestra relación con el planeta Tierra, nuestro hogar, y con los seres que la habitan. Me interesa mucho potenciar ese punto en el que se encuentra la ciencia y la sociedad, así como el trabajo interdisciplinario en torno a un mismo fenómeno. Sé que hay muchos caminos para sumarse a este tipo de espacios y siento que la ingeniería me ha permitido realizarme en esta dimensión científico-social. Quisiera inspirar y acompañar a otras niñas y mujeres que elijan este rumbo”.