Bianca Libeer, alumna practicante de ingeniería civil electrónica PUCV: «Ahora siento que soy parte de la historia de la nueva generación de mega radiotelescopios»
5 septiembre 2025
- La joven estudiante de ingeniería civil electrónica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) estuvo 3 meses en Charlottesville, Virginia, trabajando en el Laboratorio CDL de NRAO, el observatorio radioastronómico de Estados Unidos. Su experiencia le permitió profundizar sus conocimientos en ondas electromagnéticas y astronomía, y explorar sus aplicaciones en Chile, incluso con la posibilidad de crear tecnología propia.
Tras tres meses de hacer su práctica en el observatorio radioastronómico NRAO -National Radio Astronomy Observatory- en Charlottesville, Virginia, Estados Unidos; a Bianca Libeer (23 años) no se le borra la sonrisa del rostro. Esta estudiante de sexto año de ingeniería civil electrónica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, viajó desde Villa Alemana a Norteamérica, con el sueño de mejorar sus habilidades STEM y volvió a Chile cargada de nuevos proyectos y desafíos. Al igual que otros jóvenes de diferentes países, trabajó en el desarrollo de piezas que darán vida a una nueva generación de radiotelescopios de gran tamaño, una experiencia inédita en el ecosistema astronómico.
¿Cómo fue que una joven estudiante de la V Región llegó a Estados Unidos? Algunos dirían que «una serie de eventos afortunados», le abrieron camino para encontrarse con las personas y las oportunidades precisas. Y aunque el plan inicial era trabajar en un laboratorio de antenas en Valparaíso, terminó siendo el punto de catapulta que la llevó a la cima del continente, acercándola a su sueño de infancia: la astronomía.
El viaje a NRAO fue el primer vuelo al extranjero para Bianca y la primera vez que se separaba por tanto tiempo de su madre, con quien tiene una relación muy cercana. Su práctica la realizó en el Laboratorio CDL -Central Development Laboratory- de NRAO y se centró en la simulación de las piezas que tendrá uno de sus mega telescopios de la categoría ngVLA, -next generation Very Large Array-. «Estas piezas son parte de un kit de calibración y ayudarán a ver el funcionamiento del telescopio. Mi tarea consistió en adaptar ciertos componentes a la banda de frecuencia con la que trabaja NRAO, utilizando un software de simulación de componente de alta frecuencia. Se trata de optimizar escenarios y acercarnos a una solución viable y eficiente. Si bien yo ya había trabajado con esta tecnología en Chile, enfrenté el desafío de usarla con un nuevo propósito. Ahora siento que soy parte de la historia de la nueva generación de mega radiotelescopios», señala.
Creado en 1956, NRAO ofrece radiotelescopios de vanguardia para el uso de la comunidad científica internacional. Pocos saben que esta institución es uno de los socios internacionales de nuestro observatorio ALMA, junto a otros de Europa y Asia. Los astrónomos construyen la próxima generación del Very Large Array (ngVLA), con 244 antenas parabólicas de 18 metros, distribuidas en cerca de 9 mil kilómetros.
Bianca es alumna tesista y hace un tiempo combina sus habilidades de electrónica y computación al servicio del grupo de telecomunicaciones, perfil que le ayudó para postular a esta práctica en Estados Unidos, y sumarse a un equipo que desarrolla un componente específico del ngVLA. Durante su práctica, la joven trabajó con el software Ansys HFSS, de simulación de alta frecuencia, diseñando partes del kit de calibración para un componente llamado OMT, OrthoMode Transducer.
Los astros a su favor
Al ser consultada si la astronomía era un sueño que cultivaba desde su infancia, o si este encuentro fue un mero accidente del destino, asegura que fue un camino mixto. Desde niña fue muy talentosa en las matemáticas y la física, pero cuenta que cuando aprendió de la ley de gravedad, algo inexplicable sucedió: «Me voló la mente la idea de esta fuerza inexplicable de la naturaleza, y por añadidura llegué a la idea de estudiar astronomía, pero cuando evalué la empleabilidad de la carrera, me abordó el llamado síndrome del impostor, y sentí que no sería de las elegidas. Así ingresé a estudiar ingeniería y en una instancia de puertas abiertas de la PUCV, conocí el laboratorio de antenas. Supe que había un grupo de telecomunicaciones y que uno de los ramos en la malla de ingeniería civil electrónica era propagación de ondas electromagnéticas. Pensé que esta carrera sería la única ingeniería que me acercaría a la astronomía».
La joven cuenta que ingresó a la universidad en 2020 y siempre le gustó el mundo de la astronomía. En ese tiempo ya pensaba en algún mecanismo para entrar al laboratorio universitario de antenas, y participó el 2022 como estudiante de educación superior del programa de mentoría «PROVOCA» de AUI/NRAO. PROVOCA le ayudó a complementar sus habilidades y acercarse a su meta. «Creo que con PROVOCA adquirí una mirada muy propia de quienes tenemos una vocación STEM y siempre es bueno aprender de la experiencia de otros. Había además bastantes participantes de mi universidad y eso me ayudó a fortalecer mis redes».
Tras la pandemia y el retorno a la presencialidad, Bianca cursó la asignatura de “Propagación de ondas electromagnéticas” y le gustó mucho el trabajo. Cuenta que tuvo la iniciativa de acercarse a un profesor -Francisco Pizarro- y contarle su inquietud por la astronomía, y coincidió que era el responsable del laboratorio de antenas de la universidad. «Fue un viaje genial de descubrimiento de mi entorno y de mí misma. Me di cuenta de que más que dedicarme a la astronomía como tal, me interesaba ayudar a que los astrónomos pudieran obtener los datos, y que mi práctica profesional haya sido justamente en eso fue como una culminación de toda esta historia que se sintió muy completa», concluye.
En el laboratorio NRAO CDL trabajan 50 personas en sus distintas oficinas. Ella fue la única practicante internacional y trabajó codo a codo, junto Amika Kapoor, una estudiante de tercer año de ingeniería aeroespacial, de la Universidad de Virginia. Mientras que Patricio Mena, profesor asociado del Laboratorio de Antenas PUCV, fue su guía de práctica y en adelante será su co-tutor de tesis. «Creo que se alinearon los astros a mi favor», comenta entre risas. «Al parecer era la candidata ideal porque estaba interesada en el tema de antenas, ya había trabajado en Chile con tecnología similar, mi profesor estaba relacionado con el proyecto norteamericano y además dominaba el idioma. Todos estos factores se conjugaron a mi favor».
El valor de los mentores y la colaboración
Durante su estadía, se sintió muy apoyada y mantuvo reuniones frecuentes para mostrar los avances de su trabajo. Siempre recibió retroalimentación de los resultados de sus simulaciones y fueron muy comprensivos en cuanto a sus objetivos, conocimientos y progresos. «Allá también tuve la oportunidad de interactuar con otros pasantes de Estados Unidos en las áreas de física, astronomía y ciencia de datos Fue un ambiente de trabajo muy agradable y hasta tuve la oportunidad de visitar el observatorio astronómico de Green Bank.
La joven asegura que contar con profesores que actúan como mentores, nos permiten ver una nueva perspectiva. » (…) cuando uno está en la universidad, no ve la panorámica del escenario, están sumido en superar el momento simplemente. A esto se suma que muchas veces, no hay oportunidad de ver las aplicaciones de una carrera, porque son muy de nicho, y casi es asunto de suerte llegar al lugar indicado y ampliar la mirada para ver las aplicaciones en la industria. Por eso las mentorías ayudan a multiplicar las vocaciones STEM, ya que unes a alguien sin experiencia, pero con inquietud científica, con personas que tienen trayectoria y experiencias distintas, y eso ayuda a hacer el match».
Bianca hoy se siente afortunada de haber sido parte de esta serie de eventos tan afortunados que la pusieron en el lugar indicado y con las personas capaces de tomar decisiones que la condujeron a mejores escenarios. «Yo sabía por otros de la experiencia de estar en un observatorio extranjero, pero vivirlo es totalmente distinto. Gracias a esta práctica, estoy abierta a distintas posibilidades porque sé que puedo. Creo que la primera vez que uno sale del país, uno vuelve sintiéndose muy chilena y con ganas de aplicar lo aprendido en el lugar propio».
Hoy está centrada en su tesis sobre metamateriales. Durante este tiempo también indagará sobre las oportunidades que abre este tema en diferentes industrias y ecosistemas de Chile y el extranjero. «Lo bueno, es que siempre se pueden aprender otros temas y ampliar las capacidades personales para levantar la mirada y explorar otras oportunidades», agrega.
Tras su práctica, Bianca asegura que en su laboratorio podrían crear estos kits de calibración. «Siento que volví con mucho que aportar al laboratorio y además con habilidades nuevas que me van a ayudar a hacer la tesis, a la carrera y además como profesional y como persona, entonces fue muy completo», finaliza.